Diversas organizaciones civiles de la costa, el centro y los Altos de Chiapas, entre las que se encuentran el Grupo de Mujeres de San Cristóbal, se manifestaron contra de la iniciativa de Ley de Paternidad Responsable para proteger la vida desde el momento de la concepción que el gobernador Juan Sabines Guerrero pretende someter a discusión en el Congreso local.
Luego de que el 15 de octubre pasado el gobernador anunciara – en una ceremonia para festejar el Día Internacional de la Mujer Rural– que pronto enviaría al Congreso la iniciativa de una novedosa de Ley de Paternidad Responsable que protege la vida desde la concepción, las organizaciones civiles comenzaron a organizarse, indica un comunicado.
El documento enfatiza que Sabines Guerrero «ha brindado apoyo incondicional a Felipe Calderón» y recuerda que en 2004, cuando fungía como diputado local por Tuxtla Gutiérrez, presentó una iniciativa para proteger la vida, «respaldada por la Iglesia», que «afortunadamente se quedó congelada».
Las ONG temen que «la conocida sumisión del Poder Legislativo» deje que pase la ley «sin debate», como ha ocurrido en estados como San Luis Potosí.
CHIAPAS: DONDE RONDA LA MUERTE
Las organizaciones advirtieron que la reforma que pretende impulsar Sabines constituye «un grave retroceso para las condiciones de vida de cientos de mujeres chiapanecas» y recordaron que su estado tiene «uno de los mayores índices de muerte materna». Una ley antiaborto sólo agravaría la situación.
Datos de 2007 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que en Chiapas la tasa de mortalidad materna es de 8 fallecimientos de mujeres por cada 10 mil nacimientos al año, y que la cuarta parte de muertes maternas se debe a hemorragia durante y después del embarazo.
Los datos anteriores apuntan a que «la mortalidad materna es hija de la exclusión en salud», conclusión incluida en el informe «Muerte materna y presupuesto público», realizado por Fundar, Centro de Análisis e Investigación, en 2006.
El informe destaca que las causas de la muerte materna son la pobreza, la falta de educación y de acceso a los programas de salud, así como los embarazos no deseados, los cuales se deben a falta de información y de acceso a métodos anticonceptivos.
MUERTE MATERNA: ROSTRO INDÍGENA
Otro informe de Fundar titulado «Muerte materna y Seguro Popular» subraya que para 2005, en la región tzotzil de los Altos de Chiapas –donde se concentra el mayor número de hablantes de lengua indígena del país–, se presentaba 16 por ciento de las muertes maternas en el estado.
Ese mismo año, siete de cada diez mujeres alteñas (de la región de los Altos) fallecieron por hemorragia durante el embarazo, parto o puerperio (etapa que comprende los 42 días después del embarazo).
El mismo informe concluye que en esta región los programas federales, como el Seguro Popular «no han logrado garantizar el acceso a la atención obstétrica para todas las mujeres, particularmente para aquéllas que siempre se han encontrado más desfavorecidas»
CIFRAS NACIONALES
El 2 de septiembre pasado, el presidente Felipe Calderón reconoció en su tercer informe de gobierno que en 2008 la muerte materna se incrementó en 1.4 por ciento con respecto 2007.
La cifra nacional de mortalidad materna en 2008 era de 57 defunciones por cada 100 mil nacimientos, es decir, 35 muertes más que en 2005.
Ante dichas cifras, Cimacnoticias difundió en septiembre pasado la opinión de Daniela Díaz, experta de la organización Fundar, quien explicó que México no alcanzará la quinta meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio: la erradicación de la muerte materna debido a que no existen programas integrales y articulados para ello.
09/PRA/YT
