Durante la segunda reunión para prevenir el maltrato infantil, llevada a cabo en el Instituto Nacional de Pediatría (INP), la doctora Gloria López indicó que entre el 55 y 85 por ciento de las y los niños que han sufrido algún tipo de abuso, probablemente se convertirán en padres agresores.
Entre las consecuencias que el abuso hacia las y los infantes acarrea se encuentran la ansiedad, infelicidad, problemáticas consigo mismo, así como dificultad para relacionarse con sus compañeros de escuela, según explicó.
Es por ello que el INP ha desarrollado estrategias de prevención como la campaña Vacúnate simbólicamente contra la violencia que tiene como objetivo sensibilizar a la población mexicana sobre este problema por medio de la difusión de información.
De acuerdo con los testimonios obtenidos, las madres de familia poco a poco reconocen los casos de violencia que se han presentado en su familia tras acudir a las pláticas que el Instituto organiza.
El Instituto Nacional de Pediatría (INP), la Clínica de Atención Integral al Niño Maltratado y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han sumado esfuerzos para realizar un estudio preventivo sobre las mujeres generadoras de violencia.
El análisis arrojó que las mujeres que maltratan a sus hijas e hijos desean ser madres, pero se sienten confundidas como resultado de la carga que la sociedad da a este rol y a los padres ausentes o violentos, además de que presentan síntomas de depresión.
El estudio también destacó que entre el 10 y 15 por ciento de las madres y padres de familia sufren alguna enfermedad mental, lo que los convierte en posibles agresores.
Las características que presentan estas madres de familia, explicó Gómez, se encuentran: el antecedente de abuso, la negación de la existencia de abuso, tienen una lógica distinta al promedio, responsabilizan al hijo o hija, tendencia al suicidio, apego ansioso, y no presentan culpa al ver el problema como algo normal pues tienen una lógica distinta al promedio.
Además, muchas de ellas son mujeres que enfrentan un proceso legal, tras el cual el marido abandona el hogar, mientras ella se casa nuevamente y tiene otra hija o hijo que también resulta maltratado.
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