La falta de voluntad política condena a la mitad de la población mundial a vivir en la pobreza, ya que existen recursos económicos, tecnologías y capacidades más que suficientes para afrontar éste que es el mayor reto al que se enfrenta la humanidad: la persistencia de la desigualdad en el mundo.
Actualmente, el 10 por ciento más rico del planeta disfruta del 70 por ciento de las riquezas, y las brechas de pobreza siguen creciendo. «No debemos resignarnos a que mueran cada día de hambre 30 mil seres humanos, ni a que cada año mueran 10 millones de niñas y niños por causas fácilmente evitables», comenta David Álvarez, presidente de la coordinadora de ONGD (organizaciones no gubernamentales de cooperación internacional) y portavoz de Pobreza Cero.
El compromiso internacional para dar un primer paso en la erradicación de la pobreza está materializado en los Objetivos de Desarrollo del Milenio y sólo exige voluntad política por parte de los Estados y de las organizaciones internacionales. Según Naciones Unidas, los países ricos deberían invertir al menos 195 mil millones de dólares (el doble de lo actual) para alcanzar los Objetivos del Milenio, lo que representa la quinta parte del presupuesto militar anual (900 mil millones de dólares), de acuerdo con un boletín emitido por la organización española.
De conformidad con los cálculos de Pobreza Cero, si no cambian las cosas para el año 2015, morirán 45 millones de niñas y niños y 97 millones de menores seguirán sin escolarización.
Las migraciones son fruto, en buena medida, de un panorama creciente de pobreza y desigualdad que afecta muy particularmente al Africa subsahariana, donde más de 300 millones de personas sobreviven con menos de un dólar al día y 5 millones de niños mueren cada año por causas relacionadas con la pobreza.
Pobreza Cero ha querido recordar que los líderes mundiales mantienen una larga lista de compromisos incumplidos y que las medidas que se han tomado siguen siendo claramente insuficientes. Hace casi cuatro décadas que se estableció la necesidad de que los países desarrollados destinaran el 0.7 por ciento de su riqueza para el desarrollo de los países empobrecidos pero, en la actualidad, el conjunto de los países desarrollados apenas destina un 0.24 por ciento
Las acciones anunciadas contra la deuda este mes por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional son asimismo insuficientes. Si el objetivo real fuera permitir el cumplimiento de los Objetivos del Milenio, sería imprescindible que se cancelara inmediatamente el total de la deuda a los 62 países más empobrecidos del mundo.
La pobreza también está relacionada con las actuales normas de comercio internacional. El actual modelo de liberalización comercial ha mostrado ser inadecuado para garantizar la erradicación de la pobreza y la extensión de los derechos humanos a toda la población del Planeta.
En la próxima cumbre de la Organización Mundial de Comercio (OMC), en diciembre, se tiene que abordar la tarea de establecer mecanismos para proteger el derecho de los países pobres, excluyendo los servicios públicos del marco de las negociaciones sobre el Acuerdo General del Comercio de Servicios (AGCS) de la OMC, así como la no aplicación de las disposiciones contenidas en el Acuerdo sobre Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio, para permitir así el acceso de las poblaciones a los medicamentos más esenciales.
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