Primero se canceló el diálogo y la presentación de proyectos sobre la reforma migratoria en la administración de Barack Obama por motivos de horario, ahora por cuestiones de agenda, por lo cual la reunión programada para hoy se mueve para el próximo 25.
Robert Gibss informó lo anterior ayer en la Casa Blanca durante su conferencia de prensa ya acostumbrada y aseguró que el actual gobierno de Obama mantiene su compromiso de trabajar con el Congreso para dar solución a los y las sin papeles, 12 millones de seres humanos, que están deseosos de contar finalmente con una salida oficial a su estatus migratorio.
Gibbs explicó que con todo y las pospuestas de agenda, la reforma migratoria «es un trabajo en progreso», por lo que se espera que para el próximo 25 ocurra la primera reunión entre demócratas y republicanos para discutirla.
En tanto, el diario hispano neoyorquino La Prensa recuerda las veces en que se ha postergado la reunión, fijada inicialmente para el 8 de junio, retrasada para el 17 del mismo mes, por problemas de agenda del Presidente y nuevamente retardada y vuelta a agendar.
Diversas fuentes vinculadas a la discusión sobre reforma migratoria han coincido en que la verdadera razón de la dilación no ha sido la agenda del Presidente, sino la de varios legisladores, y la falta de disposición por parte de algunos representantes para comprometerse con el proceso, a pesar de su cercanía con este tema.
Hasta el cierre de la edición de La Prensa, los diversos grupos pro-reforma migratoria no habían sido informados de manera oficial sobre la fecha de la nueva reunión. No obstante, eso no ha frenado la organización de actividades en torno a este tema en la capital del país.
Por lo pronto, hoy en Washington diversos líderes religiosos se reunirán en la Iglesia de la Epifanía —ubicada a una cuadra de la Casa Blanca— para orar por una acción inmediata en torno a la reforma migratoria.
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