La industria farmacéutica de Estados Unidos podría embolsarse alrededor de seis mil millones de dólares por año si logra colocar en el mercado «una milagrosa crema» destinada a devolver a mujeres mayores de 35 años su capacidad de respuesta sexual.
Aunque la «disfunción sexual femenina» aún no está definida como padecimiento, las potenciales ganancias que se cuentan con nueve ceros llevaron a la farmacéutica NexMed a trabajar y patentar una crema para acabar con ese mal, siempre y cuando el trastorno sea de origen físico.
Aunque no existe consenso sobre la definición de la disfunción sexual femenina, los inventores de la crema, que tampoco tiene nombre oficial, definen al padecimiento como «la persistente o recurrente incapacidad para lograr y mantener suficiente excitación, lo que causa ansiedad y frustración».
Un artículo publicado por The New York Times indica que tras el éxito comercial del Viagra y la eliminación de mitos culturales a que dio lugar su aceptación en prácticamente todo el mundo, la comunidad médica y científica descubrió un potencial mercado para el que sólo falta convencer a las mujeres de que padecen la enfermedad.
Para el doctor James Yeager, vicepresidente de Investigación Científica de NexMed, el desorden sexual femenino «está definitivamente presente en la posmenopausia en mujeres con bajas en la producción de hormonas, pero también aparece en la premenopausia, en mujeres con dos o más hijos y con edades entre los 35 y 40 años.
Según el científico, las mujeres incluidas en esos rangos (prácticamente todas), comienzan a excitarse pero después no pueden llegar al orgasmo, lo que podría tener su origen en problemas de vasodilatación o circulación, pero definitivamente para Yaeger, no es por cuestiones psicológicas.
NexMed asegura que la crema para mujeres está diseñada para ayudarlas a aumentar el flujo de sangre hacia los órganos sexuales, necesario para lograr la excitación y el posterior orgasmo.
El ingrediente activo de la crema es el Prostaglandin, sustancia que se encuentra en el cuerpo en forma natural y cuya función es estimular algunos músculos intestinales, el sistema respiratorio y el sistema reproductivo.
Un producto sintético derivado de éste, el Prostaglandin E-1, ha estado siendo utilizado para tratar padecimientos cardiacos, úlceras, para inducir el parto, controlar el sangrado posterior a éste e incluso para inducir abortos.
La crema contiene Prostaglandin E –1; un agente para balancear el PH y evitar la irritación de la piel, así como otro que permite la absorción cutánea para que sea presentado en forma de crema o gel.
Según Yaeger, la crema debe ser colocada al inicio del acto sexual, ya que causa efectos sólo 10 minutos después.
MEL/RGR
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