La intimidación por parte de los Talibanes y señores de la guerra y la inseguridad general amenazan el derecho de las mujeres afganas a participar en la vida pública y votar libremente en las elecciones presidenciales de mañana sábado.
Los comicios presidenciales que se celebrarán mañana en Afganistán permitirán medir la capacidad de las mujeres afganas de participar en la esfera pública en igualdad de condiciones que los hombres.
No obstante, las previsiones no son muy optimistas y esta oportunidad histórica para las mujeres puede perderse debido a la falta de implicación por parte de la comunidad internacional a la hora de reforzar la seguridad en el país ante la celebración de las elecciones.
Los «Señores de la guerra y Talibanes están socavando la participación de las mujeres en el proceso político a través de constantes ataques y amenazas», según denuncias de Human Rights Watch.
En un reciente informe del organismo internacional, se documenta cómo funcionarias del Gobierno, periodistas y activistas de derechos humanos son víctimas de constantes hostigamientos.
Y de hecho, ante la inseguridad y el temor a las represalias, muchas han limitado sus discursos y actividades públicas y decenas de defensoras de los derechos de la mujer han reconocido que el hecho de no haber logrado desarmar a las milicias locales pone en peligro y retrasa el progreso de sus derechos, publicó hoy Canal Solidario.
De los 10.5 millones de personas registradas para acudir a las urnas, sólo cuatro millones son mujeres, pero su derecho a votar podría ser vulnerado ante esta situación.
«Algunas mujeres arriesgarán sus vidas para votar. Es necesaria más seguridad en las diversas provincias para asegurar que la votación se lleve a acabo sin manipulación e interferencia de los señores de la guerra, y se debe poner especial atención en asegurar que las mujeres tengan acceso seguro a los centros electorales fuera de la capital», afirmó Anne-Kristin Treiber de la organzaición Womankinnd Worldwide.
Según Human Rights Watch, el hecho de que los países donantes internacionales no hayan enviado a tiempo los fondos prometidos y reforzado la seguridad puede afectar de forma adversa a la participación femenina en la cita electoral.
Expectativas entre la población afgana según análisis de seis ONG internacionales y siete 7 locales, refleja las altas expectativas que existen sobre los cambios que puede traer el periodo postelectoral.
Ello contrasta con el escaso conocimiento sobre cómo votar que tienen lo afganos. En un país donde nunca se han llevado a cabo elecciones mediante sufragio universal, sólo el 14 por ciento de los ciudadanos ha recibido información sobre cómo ejercer su derecho al voto.
El Afganobarómetro revela que existe una generalizada sensación de que el nuevo gobierno surgido tras los comicios ofrecerá trabajo a todos los desempleados, llevará a cabo un proceso de desarme rápido y construirá miles de pozos en todas las provincias, los niños y niñas podrán ir a la escuela.
Incluso hay quienes esperan que la democracia hará bajar la cesta de la compra, «expectativas obviamente algo exageradas pero que deben hacer reflexionar a la clase política afgana y a los donantes internacionales: si la población no percibe de una manera tangible las ventajas de la democracia, existiría el riesgo de identificar el nuevo gobierno con los regímenes anteriores», afirma Ignasi Carreres, director de Intermón Oxfam.
Según el estudio, excepto Kabul, en la mayor parte de las provincias la población considera que el poder más fuerte es el de los señores de la guerra y un 88 por ciento de los encuestados consideran que el nuevo Ejecutivo debería hacer más para reducir la influencia de éstos.
2004/LR/SM
