México, DF, 20 sep 12 (CIMAC).- Cientos de trabajadoras y trabajadores jubilados marcharon hoy del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), para exigir un aumento a las pensiones frente al alza de la canasta básica.
Guillermina López, de 60 años de edad, es una de las empleadas del Estado que salió a protestar porque las pensiones, que van desde los 2 mil pesos, «no alcanzan para vivir, y ya ahorita no nos dan otro trabajo».
López laboró 26 años en el área administrativa de la SHCP y actualmente recibe 5 mil pesos mensuales, los cuales son insuficientes para cubrir sus gastos. «Sólo en la renta se me van 2 mil pesos», mencionó en entrevista.
«Con lo que me queda pago el gas, la comida, los servicios y tengo que estirarle para apoyar a mi hijo de 20 años que sigue estudiando», abundó Guillermina.
La trabajadora lamentó que en vez de mejorar las condiciones económicas en el país cada día son más críticas. «Ahora no podemos comer huevo; por mi casa (en Cuautitlán, Estado de México) pasó de 21 pesos a 42, hasta a 45 lo están dando».
En los últimos dos años, los gastos de la mexiquense crecieron casi mil pesos y su pensión «se mantuvo prácticamente igual».
«Por eso salimos a la calle, a demandar una pensión que nos permita tener una vida digna, nosotras ya dejamos la vida y nuestra salud en el centro de trabajo», refirió categórica.
Además de pensiones suficientes, las y los trabajadores jubilados se manifestaron para pedir la reivindicación de prestaciones sociales como un bono sexenal (de 7 mil 500 pesos), y vales de despensa al fin de año, las cuales fueron suspendidas desde 1994.
Margarita Luján, de 69 años, asistió al mitin realizado en las inmediaciones del ISSSTE y de ahí marchó a la SHCP para exigir «las prestaciones que nos corresponden después de más de 30 años de trabajo».
Luján, quien laboró en el área administrativa del ISSSTE, lamentó que las autoridades no consideren la «difícil» situación por la que atraviesan las mujeres de la tercera edad, las cuales aún pensionadas tienen que «vender por catalogo con las conocidas para completar el gasto».
Josefina Martínez, quien trabajó 27 años en el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), señaló que su protesta se debe a que su pensión «no alcanza para nada porque el costo de la canasta básica está por los cielos y el salario por el suelo».
Dijo que recibe una pensión de 6 mil pesos y que con este ingreso mantiene a sus dos hijos y a su esposo, quien quedó desempleado tras el decreto presidencial de extinción de la empresa pública Luz y Fuerza del Centro, y desde entonces no ha logrado colocarse en un empleo estable.
«Yo soy jefa de familia gracias a Calderón porque él le quitó el trabajo a mi marido, y ahora es uno de los electricistas que están en la calle», indicó indignada.
Con los 6 mil pesos «estamos subsistiendo, pero ahora ni huevo podemos comer, es un producto de lujo, está muy caro. Hemos tenido que cambiar lo que comemos por productos más económicos, como verduras».
Además «diario me tengo que bañar con agua fría, para no gastar gas en calentar el agua, mi esposo igual», lamentó. Para mejorar su situación «me he visto en la necesidad de hacer limpieza en casas, para tener un peso extra».
Durante la movilización, Antonio Vital, integrante de la Alianza de Trabajadores de la Salud y Empleados Públicos, criticó que mientras funcionarios «de alto nivel» tienen pensiones millonarias, las y los empleados «de base» «apenas tienen para comer».
Al concluir el mitin, Vital junto con representantes de las y los jubilados del ISSSTE, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se reunieron con directivos del ISSSTE y de la SHCP para plantear sus demandas.
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