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Persiste la brecha educativa entre hombres y mujeres

Por Román González

Un país alcanza niveles de desarrollo en la medida que su población logra un mayor nivel de educación. En México, las características educativas de la población difieren por sexo, edad y lugar de residencia, siendo en la mayoría de los casos las mujeres quienes se encuentran en condiciones más desfavorables.

Información del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), refiere que para el año 2000, de cada 100 varones, nueve no tenían instrucción formal; 42 contaban con estudios básicos incompletos, 20 lograron concluir la educación básica, y 29 aprobaron al menos un grado en los niveles posteriores a la secundaria.

En tanto, de cada 100 mujeres, 12 no contaban con instrucción, 43 tenían al menos un grado aprobado en primaria y uno o dos años de secundaria; 18 aprobaron tres grados de secundaria y 27 tenían estudios postbásicos.

Sin embargo, esta situación se agudiza en las localidades rurales de menos de dos mil 500 habitantes, en donde de cada 100 hombres 16 no tenían instrucción, y de cada 100 mujeres 21 se encuentran en la misma situación.

Datos del Instituto Nacional las Mujeres (Inmujeres) señalan que la tasa de analfabetismo para la población femenina es de 11.1 por ciento, mientras que la masculina es de 7.3. Además, la población femenina que reside en zonas rurales tiene 4.6 años de estudio promedio, en comparación con las que viven en zonas urbanas que tienen 7.9 años.

El Consejo Nacional de Población refiere que en México, hoy en día, las y los jóvenes gozan de mayores niveles educativos que las generaciones que las antecedieron. En tan sólo tres décadas la proporción de personas de 15 a 24 años que concluyó la educación media superior o realizó estudios superiores aumentó de poco menos de 10 por ciento a casi 30 por ciento.

Así, la mayor permanencia en la escuela se asocia a una menor participación económica de los adolescentes, que disminuyó de 60.3 a 49.1 por ciento entre 1995 y 2003 en el caso de los hombres, y de 29.6 a 24.2 por ciento en el de las mujeres.

Sin embargo, a pesar de estos avances, México todavía presenta bajos niveles de educación, en comparación con los países más desarrollados.

Las proyecciones de CONAPO sugieren que, de continuar las tendencias recientes en los patrones educativos, la población mexicana de 25 a 34 años con estudios terminados de preparatoria o su equivalente ascendería a 54 por ciento en el año 2015, lo que representaría casi el doble del nivel actual –29 por ciento.

Sin embargo, este porcentaje, hoy en día, es de más de 90 por ciento en países como Corea, Japón, Noruega y Suiza, entre otros.

En ese sentido, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), reveló que en el Distrito Federal hay 394 mil estudiantes inscritos en licenciatura y posgrado, y que solamente existirá una plaza disponible para cada 3.76 mujeres y hombres que concluyan sus estudios.

De ello, la directora general del ANUIES, Diana Ortega, consideró que la participación femenina en este nivel educativo ha tenido notables avances, lo cual se manifiesta en un cambio en las expectativas sociales y personales de las mujeres.

Al participar en el Seminario Internacional Superior de la Matrícula de Educación Superior en América Latina y el Caribe, realizado en la máxima casa de estudios, señaló que en el de México 70, las mujeres representaban el 17 por ciento de la población escolar de licenciatura. En tanto que para el 2001 se incrementó hasta 48 por ciento.

Pero dijo que si bien estos indicadores resultan promisorios, esto no quiere decir que exista equidad, pues las proporciones por áreas de conocimiento son diferentes. De ello, por ejemplo, en la investigación científica de la UNAM, de los dos mil 368 investigadores existentes, sólo el 24 por ciento son mujeres, señaló Ortega.

LA INFANCIA SIN FUTURO

Actualmente, en nuestro país hay dos millones, entre cinco y 14 años de edad, que no asisten a la escuela, como consecuencia de la desigualdad social que persiste en México, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

De ello, la representante en México, Yoriko Yasukawa, en el Foro Desigualdad y Reforma del Estado, realizado en días recientes en la Universidad Autónoma Metropolitana/ Xochimilco, destacó que esto se da a pesar de programas gubernamentales como Oportunidades.

Para Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), mientras que en la mayoría de los países miembros el índice de participación es alto hasta el final de la educación obligatoria, éste cae en un 90 por ciento en México.

También, refiere ese organismo internacional, una manera de observar la participación en la educación es estimando el número de años que se espera un menor de edad pueda pasar estudiando durante su vida, sea de medio tiempo o completo.

Así, en países integrantes de la OCDE, se espera que la infancia en México estudie durante 12 años o menos, comparado con países como Australia, Bélgica, Finlandia, Suecia o el Reino Unido, donde se espera que estudie durante 19 años o más.

03/RGL/GMT

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