Académicas y feministas consideraron que el avance de las mujeres en diferentes ámbitos sociales ha generado contradicciones y respuestas en la construcción de género en la sociedad y coincidieron hoy aquí que la desigualdad no ha disminuido.
Al participar en el Simposium «A 119 años de las mujeres en la medicina», en el Centro Médico Hospitalario 20 de Noviembre la feminista Sara Lovera López y la académica Gloria Careaga, coincidieron en que si bien las mujeres han ganado espacios, los retos para lograr la igualdad todavía son muchos.
En el marco de la celebración del 80 aniversario de la Asociación Nacional de Médicas Mexicanas AC, la ex directora del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Gloria Careaga, dijo que si bien las mujeres se han insertado en la economía y tienen más acceso a los servicios educativos y de salud, éstos logros han significado contradicciones sociales.
Esas contradicciones se reflejan cuando las mujeres continúan «enfrentando enfermedades producto de sus responsabilidades tradicionales» toda vez que, dijo, a los hombres se les consiente el «no poder controlar su sexualidad» cuando las mujeres carecen de recursos para negociar con su pareja la protección.
Además, las mujeres continúan muriendo por complicaciones en el embarazo y parto, siguen asumiendo la doble jornada de trabajo y si bien, es numerosa su presencia en el ámbito laboral, ello no se ve reflejado en las condiciones de trabajo ni salariales.
Insistió en la necesidad de flexibilizar los roles de pareja, que permitan que los cambios sociales que se están dando no afecten de manera diferente a hombres y mujeres al tiempo que hizo un llamado a un cambio de mentalidad de que el trabajo que realizan las mujeres es valioso y que el trabajo doméstico no es malo.
«Encontrar placer en las actividades que se realizan y compartirlas con la pareja», concluyó.
En tanto, la periodista y feminista Sara Lovera, puntualizó que en cuanto a la disminución de la brecha de género, nuestro país ocupa el último lugar en América Latina y en términos sociales, dijo, «esta brecha es la más grande en América Latina».
Como ejemplo, apuntó que «en pleno siglo del desarrollo científico» las mujeres continúan muriendo por enfermedades prevenibles como los cánceres de mama y cervicouterino, o la muerte materna a los que asoció con la pobreza y la falta de acceso a servicios médicos.
Otro ejemplo de la desigualdad entre los géneros, es la violencia contra las mujeres por su condición de mujer. Al respecto, mencionó que el feminicidio es el momento extremo de la violación sistemática de los derechos humanos de las mujeres y enfatizó la cifra escalofriante de 2 mil 800 muertes de mujeres al año, como consecuencia de la violencia.
En este sentido, la feminista postulada a recibir el Premio Nóbel de la Paz en 2005, sentenció que las transformaciones culturales no son voluntarias, ni son cuestión de leyes, ni se dan por decreto, es necesario dijo, trabajar en ellas desde lo individual a lo colectivo y discutirlas pero sobre todo, dijo, «tenemos que aprender las reglas de la democracia».
Es inaceptable que las mujeres sean tratadas «como trapo de cocina» por lo que hizo un exhorto a buscar el diálogo y bajar el nivel de violencia, respetando el otro y escuchándolo.
PREMIO A MÉDICA DESTACADA
La Asociación Nacional de Médicas Mexicanas AC, otorgó este año el premio «Matilde P. Montoya» a la doctora Irma Eugenia Gutiérrez Mejía, originaria del estado de Hidalgo por su compromiso social y humano con la salud. La galardonada es actualmente Coordinadora de Prestaciones Sociales del Instituto Mexicano del Seguro Social.
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