La convivencia cotidiana de más de ocho millones de habitantes en la ciudad de México se desarrolla en un creciente clima de violencia e inseguridad, íntimamente relacionado con el deterioro económico y social. Mujeres, niñas y niños son quienes la sufren más.
De acuerdo con la Encuesta de Violencia Intrafamiliar, realizada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en 1999, más de la tercera parte de los habitantes de la zona metropolitana de la ciudad de México viven en hogares que presentan diferentes formas de violencia.
En ese sentido, en el marco del seminario «Diagnóstico sobre la prevención y atención de la violencia familiar en el Distrito Federal: legislación, instituciones y alternativas de solución», la asambleísta Alicia Téllez Sánchez señaló que la violencia no respeta sexos, razas ni condiciones sociales, pero mujeres, niñas, niños y personas mayores son quienes la sufren más.
Realizado en el auditorio «Luis Donaldo Colosio» de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), la integrante del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) dijo que la violencia en las familias es, en gran medida, resultado de una construcción cultural de dominio sobre los bienes y las personas.
Además, dijo, ésta se sustenta en la fuerza física y muchas veces en la dependencia económica, y no alcanza a reconocer los derechos de los diferentes integrantes del núcleo familiar.
Téllez Sánchez señaló que la violencia hacia la población femenina es la manifestación de la relación de desigualdad entre hombres y mujeres, en la que se demuestra la superioridad de un sexo sobre el otro.
Explicó que el proceso de socialización, a través del cual las personas adquirimos reglas y normas de comportamiento, se produce fundamentalmente en tres ámbitos: la familia, la escuela y el trabajo.
En este proceso, abundó, intervienen las instituciones políticas y la religión, «son estos los mecanismos con los que la sociedad presiona para que actuemos diferente, según seamos mujeres u hombres. No hacerlo es enfrentarse a las formas de vida establecidas, teniendo que pagar por ello costos muy altos».
En tanto, la abogada y directora de la organización Defensa Jurídica y Educación para Mujeres «Themis», Julia Pérez Cervera, dijo que cuando se hace alguna ley, mucha gente piensa que ahí se termina el problema y que ya está acabado, pero no es así: «La ley no basta para cambiar una conducta o una situación».
Pese a estos esfuerzos, dijo, no se puede afirmar que la violencia haya sido erradicada en la ciudad de México. Es necesario profundizar en su análisis y revisar tanto los mecanismos de atención institucionales como la efectividad en la aplicación de las leyes y evaluar las acciones gubernamentales.
Pérez Cervera concluyó que la erradicación de la violencia merece el esfuerzo conjunto de autoridades locales y federales, junto con la sociedad, para su solución.
|
disponible para periodistas y medios de comunicación impresos y electrónicos por favor citen la fuente El servicio informativo se realiza gracias al apoyo |