Mujeres representantes de las mayores organizaciones campesinas de México pidieron hoy a Financiera Rural (antes Banrural) facilidades para obtener créditos, servicios bancarios a su medida y erradicar la burocratización de la solicitud de apoyos al campo mexicano.
Tras reconocer que las mujeres rurales son las más pobres entre las pobres y que la discriminación hacia la población femenina persiste en el agro mexicano, representantes de la Confederación Nacional Campesina (CNC), de El Barzón y el movimiento El Campo No Aguanta Más aceptan que «el acceso a financiamiento es un problema estructural y necesita una solución estructural.»
Más de 200 mujeres y hombres discuten desde ayer jueves y hasta mañana sábado el futuro del crédito para las campesinas mexicanas en el Seminario de Análisis de la Política Crediticia para el Medio Rural con Equidad de Género bajo los auspicios del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y Financiera Rural, creada este año 2003.
Las cifras oficiales más recientes del gobierno mexicano indican que hasta el año 2000 habitaban en comunidades rurales 12.3 millones de mujeres y 12.6 millones de varones. Estos últimos en constante emigración, lo que ha generado la llamada feminización del agro.
De todas estas habitantes cerca de medio millón de mujeres son titulares de alguna tierra, cifra que representa 14.2 por ciento de casi 3.5 millones de titulares de la propiedad social del país, según cifras de la Secretaría de la Reforma Agraria. Por cada cuatro ejidatarios varones hay una mujer.
Hasta ahora, el microcrédito para mujeres ha pecado de rigidez dado que las campesinas necesitan esquemas de pago flexibles y adaptables a las necesidades grupales. También debe ser flexible a la hora de reconocer que las mujeres no tienen propiedades y por tanto carecen de garantías para un préstamo.
Así lo dijo María Esther Terán Velásquez, de la Unidad Femenil del Consejo Nacional de Productores Rurales (CNPR) al proponer también que se disminuyan los requisitos para presentar proyectos productivos y solicitar la depuración del Buró de Crédito (registro nacional de deudores) y del extinto Banrural.
Isabel Cruz, representante de la Asociación Mexicana de Mujeres de Organizaciones en Red (AMMOR) e integrante del movimiento El Campo no Aguanta Más pidió «un giro de 180 grados» a la política crediticia hacia mujeres en la naciente banca de desarrollo Financiera Rural.
«El microcrédito debe tratarse con cuidado por que no es una solución para todas las necesidades» sostuvo la especialista en el tema «debe ser un proceso de adaptación permanente.»
Tras hacer notar que Financiera Rural cuenta con 500 millones exclusivamente para generar servicios financieros que no pertenezcan a la banca comercial evidenció que las campesinas necesitan también fuentes de ahorro seguro, así como cambiar cheques y dólares.
Por ello agregó se necesita una oferta adecuada de servicios financieros en las pequeñas comunidades donde para las mujeres tener crédito es menos importante que ir a cobrar remesas.
Patricia Vidals, representante de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA) llamó a que los créditos lleguen a tiempo.
Cabe señalar que el éxito de la producción agraria depende de tiempos específicos por lo que un recurso que llegue tarde no será útil a la campesina.
También pidió a las autoridades de Financiera Rural que den estímulos a las mujeres «por ser las que pagan bien».
Para Guadalupe Vázquez de El Barzón es fundamental que la información que se haga llegar a las potenciales usuarias de la Financiera Rural sea clara y sencilla «porque desconocer que significa UDI se puede convertir en una deuda interminable.»
Para finalizar el panel de discusión de las organizaciones, Jesús Ramos Franco, el líder estatal de la CNC y Guillermina Cacique presentaron un trabajo elaborado de forma conjunta con la diputada Sara Rocha, líder de ésta, la mayor organización campesina.
Al coincidir con los planteamientos de las anteriores participantes, los representantes de la CNC agregaron la importancia de desburocratizar el proceso de obtener créditos porque a la fecha hay que recurrir hasta a nueve instancias distintas, de acuerdo con Jesús Ramos.
El encuentro, realizado en el hotel Andrea Alameda, concluirá aquí mañana sábado.
2003/MR/MEL
