La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recibió una petición formal de Casa Alianza para nombrar a un relator especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias y arbitrarias para América Latina, ante la ola de asesinatos contra niños de la calle en Centroamérica.
El director regional de Casa Alianza para América Latina, Bruce Harris, informó en un comunicado que los asesinatos impunes contra niños de la calle que ocurren desde 1998 en países como Guatemala, Honduras, Nicaragua y el Salvador, es necesario nombrar un relator permanente que investigue cada caso.
Casa Alianza asegura que hasta ahora ha documentado más de mil 700 asesinatos de niños y jóvenes hondureños desde 1998, en Guatemala más de 600 cada año, en Nicaragua 132 menores de 23 años fueron asesinados durante 2002, ninguno de los casos ha sido resuelto.
En lo que va de este año en Honduras se ha registrado la muerte de 67 jóvenes y niños de los cuales 87 por ciento fueron hombres, los asesinatos fueron cometidos con arma blanca en nueve por ciento de los casos y con armas de fuego en 91 por ciento.
El más alto porcentaje de asesinatos ocurrió en Tegucigalpa la capital -43 por ciento- seguido de la localidad hondureña de San Pedro Sula, con 39 por ciento.
Casa Alianza informó que recientemente, el Banco Interamericano de Desarrollo aprobó un préstamo de 20 millones de dólares para apoyar un proyecto de paz social y seguridad ciudadana en 17 municipios hondureños.
La región del Valle de Sula tiene una tasa anual de homicidios de más de 100 por cada 100 mil habitantes, lo que excede el promedio nacional, de 60 asesinatos por cada 100 mil habitantes, mientras y el promedio latinoamericano, de 40 por cada 100 mil habitantes, según la Organización Mundial de Salud (OMS).
En Guatemala, 465 niños y jóvenes menores de 23 años fueron asesinados en la capital del país durante 2002, con un promedio de 40 al mes, de acuerdo con Casa Alianza.
En el primer trimestre de este año, 115 niños y jóvenes han sido asesinados de los cuales, el 50 por ciento tenía entre 18 y 20 años de edad, según la misma fuente.
Sin embargo, existen pocas esperanzas de que los crímenes sean resueltos ante la negativa del ministerio público que alude falta de recursos y de personal para investigarlos, tan sólo en 2002, informa Casa Alianza, menos del cinco por ciento de los asesinos recibieron una sentencia.
2003/LGL/MEL
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