Alrededor de un 50 por ciento de las mujeres extranjeras que trabajan en locales nocturnos del sector oriente de Santiago «estarían siendo explotadas sexualmente»¨. Ellas serían principalmente de nacionalidad argentina y colombiana.
Así lo indica uno de los pocos datos cuantitativos que arroja un informe de la Fundación Instituto de la Mujer y que revela que Chile se enmarca dentro de los países considerados de «origen, tránsito y destino» de mujeres traficadas.
El sondeo fue presentado en el edificio Diego Portales, en un seminario para discutir sobre el tema y poner en relieve la realidad chilena y mundial, según difundió Mujereshoy.
Los organismos e instituciones que participaron del encuentro sostuvieron productivos diálogos acerca de los efectos negativos del tráfico y explotación sexual de mujeres y sobre las formas de combatirlo.
Una de las cosas en que se hizo mayor hincapié fue en la necesidad de que el problema sea tratado como un delito grave que requiere de una penalización fuerte.
«La trata de blancas es una gran amenaza al ejercicio pleno de los derechos de la mujer y en Chile no se han tomado las medidas necesarias para abordarlo de esa manera», sostuvo Lorena Fries, coordinadora de la Corporación La Morada, una de las instituciones participantes del encuentro.
Otro de los organismos que estuvo en el seminario fue el Instituto de la Mujer, que realizó una investigación para diagnosticar la realidad chilena del tráfico de mujeres.
La socióloga María Eugenia Ruiz-Tagle, a cargo del estudio, coincidió en la falta de sanción penal para este tipo de hechos.
Para Patsilí Toledo, abogada querellante en el caso de Anita Alvarado (ver link interno) el tema pasa por una «falta de compromiso de organismos políticos y judiciales para reconocer esto como un problema grave».
Sin embargo, dijo que un gran paso es el que daría esta semana el Consejo de Defensa del Estado al hacerse parte del caso de la «geisha chilena» por el delito de tráfico de personas.
Respecto de la situación chilena sobre lo que sucede en el resto del mundo, el encargado estadounidense de la Oficina para la Observación y Combate de la Trata de Personas de Estados Unidos, Phillip Linderman, sostuvo que el mayor problema de Chile pasa por la prostitución infantil y por el desconocimiento que existe respecto de la gravedad del problema.
«Se conoce poco de la realidad chilena. Sólo sabemos por el libro de Anita Alvarado, pero falta información», afirmó Linderman.
Además, dijo que el Gobierno chileno debería realizar más investigación y trabajar en coordinación con otros países para enfrentar este problema. 2004/SM