Ocultando su identidad, trabajadoras sexuales independientes marcharon hoy desde el Monumento a la Madre hasta el edificio del gobierno de la Ciudad de México para exigir la reapertura del Centro de Atención Integral a Sexoservidoras (CAIS), en la zona de la Merced.
La vocera de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Irma Rosa Martínez, informó que existe la posibilidad de que este centro sea reubicado en la delegación Cuauhtémoc, ya que las autoridades involucradas estudian su reestructuración.
Durante su recorrido, las sexoservidoras hicieron una parada en la CDHDF, donde se negaron a dialogar con la secretaria técnica, Rocío Culebro y demandaron el cese de abusos policíacos y la corrupción de jueces para que termine la violación de sus derechos humanos.
Luego se dirigieron a la Secretaría de Gobernación para finalmente llegar al edificio del gobierno capitalino donde entregaron un documento para exigir la reivindicación de su trabajo.
Una de las informantes, quien pidió el anonimato pues explicó que las sexoservidoras han recibido amenazas de muerte, explicó que el conflicto se recrudeció a partir del cierre del CAIS, hace dos meses, cuando surgieron acusaciones de supuesta venta de puntos tolerados contra Elvira Reyes, psicóloga del centro.
Dijo que el problema es bastante delicado al grado que las trabajadoras sexuales de Ermita Iztapalapa, la zona de la Merced, y las de Plaza Loreto se sienten amenazadas en su integridad física debido a los abusos de las mafias policíacas.
Acusó a las autoridades de violar los derechos humanos de las sexoservidoras por permitir que se cometan toda clase de abusos en su contra sin que nadie ponga fin a esta situación y particularmente al ombudsman, capitalino Emilio Alvarez Icaza, a quien responsabilizó del cierre del CAIS «violentando los derechos de las mujeres pobres que ejercen trabajo sexual».
2003/SM/MEL
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