El Plan Integral contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual aprobado el 12 de diciembre por el Consejo de Ministros significa frustrar las expectativas que la Plataforma Abolicionista tenía puestas en él y una ruptura con una de las progresiones de la Comisión Mixta de Derechos de Igualdad, según ha declarado la abogada y portavoz de la Plataforma Estatal de Organizaciones de Mujeres por la Abolición de la Prostitución, Rosario Carracedo Bullido.
«Nosotras habíamos propuesto darle el título de Plan de lucha contra la explotación sexual contra mujeres y niñas», afirma Charo Carracedo, «creemos que en el nombre debe quedar explícito quiénes son las víctimas de este tipo de delitos».
Para la abogada, «se nota que el origen de este plan viene del Ministerio del Interior y no ha sido elaborado desde la perspectiva propia del Ministerio de Igualdad. Está centrado en las medidas de seguridad y orden público, un enfoque inaceptable desde la perspectiva de género, la igualdad y los derechos sociales».
El conjunto de medidas propuestas por el Gobierno, como el condicionar la protección y atención de las víctimas a la denuncia y colaboración en la persecución de las redes criminales o que el plazo de reflexión sea de treinta días, entre otras, «demuestra una total falta de sensibilidad y compromiso con el drama que supone estar bajo la explotación sexual», opina la portavoz de la Plataforma Abolicionista.
Charo Carracedo defiende que «del mismo modo que hemos centrado la identificación de la responsabilidad de los maltratadores en la violencia de género que se produce en las relaciones de pareja, necesitamos actuar contra los proxenetas. Actuar sólo protegiendo a las mujeres maltratadas contra la violencia machista se ha revelado como un modelo de intervención insuficiente, ya que tal intervención por sí misma no impide que tales conductas sigan reproduciéndose, de ahí que fuera necesario actuar contra los autores de la violencia. Idénticas estrategias son necesarias ante el fenómeno de la prostitución».
Y concluye, «expresar la deslegitimación y desaprobación social hacia los hombres que compran cuerpos de mujeres constituye una estrategia imprescindible y resulta un modelo equivalente a las políticas puestas en marcha contra la violencia en las relaciones de pareja».
Charo ha declarado que «por todas estas cuestiones y algunas más que señalaremos cuando hayamos estudiado en profundidad el documento, este plan rebaja sensiblemente las expectativas de la Plataforma Abolicionista, que ha expresado en numerosas ocasiones su punto de vista y sus propuestas y ha visto como no se han tenido en cuenta».
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