El gobierno británico anunció su decisión de lanzar un plan de salud sexual que permite a las adolescentes recurrir a un aborto sin la autorización de los padres.
El plan de salud sexual también busca que los funcionarios de salud se relacionen con los jóvenes de forma confidencial para alentarlos a prevenir enfermedades de transmisión sexual.
Tanto el personal médico como las y los asistentes sociales del sistema que atienden a la adolescencia británica -precisa el plan-, deberán explicar las implicancias físicas y emocionales de la actividad sexual, los métodos de protección, los riesgos de contraer enfermedades y, en caso de existir un embarazo, explicar las decisiones posibles, con sus consecuencias en cada caso.
Además, las y los especialistas deberán motivar a los jóvenes para que hablen sobre estos temas, con sus padres o personas adultas de confianza. Sin embargo, explicaron desde el gobierno, si los adolescentes no quieren hacerlo se deberá respetar su privacidad y su derecho a la asistencia médica, según difunde el portal de Mujereshoy.
Con este método, el Ministerio de Salud británico dijo que espera determinar, entre otras cosas, si la adolescencia y la juventud es víctima de abusos.
Pero los sectores más conservadores criticaron al gobierno argumentando que, por un lado, prohíben a los menores de 16 años la circulación nocturna sin la compañía de un adulto, pero paralelamente les permiten interrumpir un embarazo.
Aunque esta no es la primera medida que toma el gobierno británico, el problema de los embarazos adolescentes sigue siendo importante. Según las tasas oficiales, se calcula que uno de cada 10 recién nacidos tiene una madre menor de 19 años. Mientras, la discusión sigue abierta, aunque el Gobierno pretende concretar el anunciado plan.
2004/GV/SM