La población migrante del mundo, estimada en unos 191 millones de personas, es la más vulnerable para contraer el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), que posteriormente desarrolla el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida).
En la producción radial «Elijamos Nuestro Futuro», del Centro de Reportes Informativos sobre Guatemala, Cerigua, activistas sociales revelaron que el flagelo más grande para la movilidad humana, principalmente para las mujeres, es el de contraer el VIH durante el viaje, ya que muchas de estas personas tienen experiencias sexuales producto de la negociación para llegar a su destino, o incluso son víctimas de violaciones.
Graciela Ross, activista boliviana, dijo quelas autoridades norteamericanas no respetan los derechos de miles de detenidas y detenidos, que son contagiados con el virus durante el viaje o en su estancia en el país del norte.
Nadin Gasman, del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), afirmó que existen muchas historias de mujeres víctimas de violación sexual, las que conllevan el riesgo de infección del VIH, situación que puede tener efectos graves, pues los estados imponen una serie de normas restrictivas donde incluso para optar a empleo es necesario presentar el examen respectivo.
En Tecún Umán, frontera con México en el departamento de San Marcos, existe una red de organizaciones que trabajan en la prevención del VIH, cuyas acciones están dirigidas a poblaciones móviles, entre ellas la Casa del Migrante, la Oficina de Derechos humanos y la Casa de la Mujer para Trabajadoras Sexuales y migrantes.
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