La conciliación que promueve el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), para terminar con la violencia contra mujeres ha agravado el problema en lugar de resolverlo, afirmó la periodista y activista a favor de los derechos femeninos, Lidia Cacho.
En entrevista con Cimacnoticias, Cacho, quien trabaja en la Red Nacional de Refugios para mujeres Víctimas de la Violencia (de la sociedad civil), afirmó que los casos de agresiones contra las mujeres son manejados por personas que carecen de especialización en el tema y promueven la conciliación.
«El gobierno, particularmente el DIF, es el que está optando por la conciliación en algunos estados, no en todos, pero los órganos de justicia están siendo manejados por personas no especializadas que no acaban de entender el fenómeno de la violencia hacia las mujeres y están conciliando, lo que está ocasionando un problema todavía peor», afirmó la experta.
Para Cacho, quien la semana pasada presentó en la Ciudad de México su primer libro, Las Provincias del Alma, sobre el avance del SIDA en México entre mujeres casadas, el problema real es que la mujer maltratada vive el síndrome de Estocolmo (dependencia emocional hacia el agresor), y el gobierno carece de herramientas para hacer algo más que negociar.
Precisó que las mujeres maltratadas por sus parejas acuden a pedir ayuda al DIF entre cinco y siete veces y la opción que se les da es conciliar, pero la firma de un convenio ante las autoridades hace creer al agresor que el Estado lo está autorizando a continuar con el maltrato, lo que agrava la situación.
ASESINADAS TRAS LA «CONCILIACIÓN»
Como ejemplo mencionó que en la norteña ciudad de Monterrey, 923 kilómetros al norte de la Ciudad de México, hubo el pasado mes de abril tres casos de mujeres asesinadas por sus esposos que ya habían acudido a pedir ayuda al DIF.
En Cancún – donde ella radica- «sabemos de dos mujeres macheteadas, que han sido sometidas a una violencia extrema, han estado al borde de la muerte y alguien las ha rescatado, esto después de haber negociado con sus parejas con la intervención del DIF», señaló.
Cacho visitó la semana pasada el Distrito Federal para reunirse, junto con representantes de organizaciones civiles, con funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR), para hablarles sobre la necesidad de crear una red de refugios para mujeres violentadas.
Sin embargo las activistas no fueron recibidas. La presentación del problema fue hecha por la doctora María Luisa Molina, directora general de Promoción y Enlace del Instituto Nacional de las Mujeres -directamente vinculada a un proyecto para crear una red nacional de refugios- quien hizo ver la necesidad de apoyar los que maneja la sociedad civil, precisó Cacho.
La periodista consideró que el problema de la violencia contra las mujeres es de tales dimensiones, que México requiere al menos un refugio en cada municipio, en la actualidad hay nueve operados por grupos civiles y otros están en proceso de apertura, pero el gobierno sólo cuenta con albergues.
«El gobierno en algunos estados tiene albergues que son como casas de paso, es muy diferente, ahí se pueden hospedar por un tiempo las mujeres violentadas, pero los albergues no tienen un protocolo de atención, no tienen un tratamiento adecuado para desactivar el síndrome de la mujer maltratada», aseguró.
Uno de los problemas para cuantificar el problema de la violencia contra las mujeres es la falta de denuncia de parte de las agredidas, ya que la mayoría depende económicamente de sus parejas, y cuando no es así la dependencia es emocional y el miedo las paraliza, aseguran expertos.
LAS CIFRAS DE LA VIOLENCIA
Según cifras del Gobierno del Distrito Federal, el 55 por ciento de los homicidios cometidos en la capital del país durante el año pasado fueron producto de violencia familiar.
El Primer Informe Estadístico del Albergue para Mujeres que Viven Violencia Familiar, presentado el mes pasado, reveló además que esa institución recibe en promedio 600 personas por año.
Nora Hilda Liauth Franco, agente del Ministerio Público Investigador Especializado en Delitos contra la Libertad Seguridad Sexual y Contra la Familia con sede en Poza Rica, Veracruz, Informó a Cimacnoticias que cada semana se reciben al menos 40 casos de violencia contra mujeres.
Pese a ello, agregó, las mujeres temen denunciar a sus parejas y únicamente solicitan audiencias conciliatorias para que sus maridos se comprometan a no maltratarlas ante la autoridad.
México se encuentra en una lista de 34 países que hace un mes recibieron recomendaciones de la relatoría de Naciones Unidas sobre la Violencia contra la Mujer, por denuncias de abusos de todo tipo contra la población femenina.
Entre los países receptores de las recomendaciones están Australia, Canadá, Colombia, Ecuador, España, India, México, Pakistán, Venezuela, Tailandia y la Autoridad Palestina, entre otros.
2003/MES/MEL
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