Desde el 7 de octubre, cuando Estados Unidos empezó su guerra contra el terrorismo en Afganistán, murieron en promedio 45 civiles diariamente. Niños, mujeres, hombres y ancianos, cuya única relación con los talibanes fue la nacionalidad.
Hasta el 4 de enero, las fuerzas armadas estadounidenses causaron por lo menos 4 mil 050 muertes de civiles afganos. Esa cifra sobrepasa en mucho las 2 mil 893 víctimas de los atentados del 11 de septiembre, informó el diario virtual Spiegel-Online en su edición actual.
En un artículo del diario, se remite a datos de Marc Herold, profesor de economía, relaciones internacionales y estudios sobre los asuntos de mujeres de la Universidad New Hampshire, Estados Unidos.
Herold publicó en diciembre un informe en línea sobre las muertes civiles de la guerra contra el terrorismo. Por falta de cifras oficiales, el investigador se dedicó entre 12 y 14 horas diarias a navegar en Internet para recopilar reportes periodísticos sobre muertes civiles en Afganistán.
Herold dice que casi no encontró nada sobre los víctimas civiles en la prensa estadounidense, por lo que tuvo que recurrir a diarios y agencias de noticias de Inglaterra, India, Francia, Pakistán, Canadá, Australia y Afganistán, entre otros.
Cuando se publicó el informe de Herold en varios medios en línea, las autoridades de Estados Unidos no quisieron comentar las cifras porque se trató de una investigación privada. Sin embargo Herold, defendió su trabajo como investigación serio y necesario.
En el reporte de Herold no documenta solamente las cifras de muertos, sino también los lugares de hechos y la fuente de información.
Por ejemplo, en la madrugada del 23 de octubre del año pasado, las fuerzas aéreas estadounidenses atacaron un pueblo 25 kilómetros al norte de Kabul.
En este bombardeo murieron por lo menos 93 civiles, como reportaron cuatro diferentes fuentes noticieras. La reacción de un vocero del Pentágono a esta ofensiva fue que «la gente está muerta porque nosotros la queríamos muerta», cita el informe.
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