Nuestro «yo soy corporal», como una visión del cuerpo no estática sino en constante movimiento, está integrado por dos costados que tienen diferencias importantes a tomar en cuenta, ambos representan los dos hemisferios del cerebro y cada uno es responsable de funciones distintas.
En tanto, el hemisferio izquierdo del cerebro se encarga de controlar el costado derecho del cuerpo, el cual para la filosofía oriental corresponde a la energía masculina, yang; el hemisferio cerebral derecho lo hace del lado izquierdo relacionado con la energía femenina, ying.
¿Qué importancia tiene esto para el conocimiento de nuestra personalidad? Mucha ya que al observar como usamos uno u otro lado sabremos si nuestro actuar en la vida cotidiana, hombres y mujeres, está regido por una naturaleza femenina o masculina.
Si usas con mayor frecuencia el lado derecho del cuerpo, seguramente eres, en términos generales, más intelectual, más racional, agresiva y afirmativa, te enfrentas a las cuestionas de la vida diaria de una manera práctica, tienes un impulso al trabajo y la acción.
Al respecto dice Debbie Shapiro (Cuerpo mente. La conexión curativa, 1991), «refleja nuestra relación con la propia naturaleza masculina, ya sea en el plano interno, en el mundo de las relaciones sociales o respecto a las figuras masculinas presentes en nuestra vida, como el padre, un hijo, el esposo o el novio».
En los hombres, agrega esta autora, los problemas en esta parte del cuerpo pueden representar un conflicto de competencia o de masculinidad. En las mujeres, suele reflejar otros conflictos, tales como la dificultad de ser una mujer de carrera e integrar una naturaleza más masculina y, por tanto, más afirmativa.
Por el contrario, si utilizas más el lado izquierdo quizá eres receptiva, intuitiva, tus actividades se relacionan con la creatividad y estás más en tu mundo interno.
Según Shapiro, en un varón los problemas físicos con el costado izquierdo pueden indicar conflicto al expresar sus cualidades para el cuidado y la protección, así como su incapacidad para llorar o consolar. En la mujer serán indicadores de «confusión a la hora de expresar su femineidad o conflicto por el hecho de ser mujer y satisfacer las expectativas de cómo debería ser una mujer», como madre, hija, esposa o novia.
Como en otras ocasiones, te invitamos a observar que lado de tu «yo soy corporal» usas más. ¿Qué descubriste?
2005/CV/SJ
