El Instituto de Investigación y Desarrollo en Prevención de Violencia y Promoción de la Convivencia Social (Cisalva), que cuenta con el modelo de Desarrollo Seguridad y Paz (Desepaz) para el combate de violencia urbana, adoptado desde enero pasado por las autoridades de Ciudad Juárez, Chihuahua, fue reconocido con el premio Carlos Slim en salud, una estatuilla y 100 mil dólares estadounidenses.
Cisalva, institución colombiana, fue nombrada la Institución Excepcional 2009 por su labor en el impulso de comunidades seguras y su dedicación a la investigación para prevenir la violencia en sus principales manifestaciones y promocionar la sana convivencia familiar y comunitaria.
En 1995 fue constituido como centro de investigaciones; en 1996 fue designado como centro colaborador de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) en prevención de lesiones y violencia, hasta 2010.
Cuenta con una amplia trayectoria en el desarrollo de sistemas de vigilancia de salud pública en lesiones y violencia. También ha desarrollado modelos de evaluación relacionados con proyectos sociales de seguridad ciudadana, desde disciplinas como la epidemiología, comunicación social, sociología, psicología, trabajo social y economía.
En su sistema de información se encuentran datos sobre homicidios, lesiones y violencia interpersonal y familiar, conocido como Observatorio del Delito, establecido en 1996, el cual, ha sido implementado en diversos países de América Latina, incluyendo México, específicamente el Distrito Federal.
«El Observatorio del Delito es una herramienta poderosa para realizar políticas públicas basadas en evidencias en el campo de prevención de violencia, y todo tipo de violencia es prevenible», afirmó para Cimacnoticias Ma. Isabel Gutiérrez Martínez, directora del Instituto.
VIOLENCIA URBANA, TEMA DE SALUD PÚBLICA
Dentro de las medidas que sigue CISALVA en Cali y que se acordó establecer en Ciudad Juárez por medio de DESEPAZ, se encuentra la labor conjunta de los cuerpos policíacos y la comunidad misma para crear frentes de trabajo y con ellos, desarticular bandas delincuenciales, apoyados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Gutiérrez Martínez subrayó que la violencia urbana es un tema relacionado de manera directa con la salud pública, pero es un problema manejable, siempre y cuando la población trabaje de manera sincronizada con las instituciones.
Entre las condiciones que abrigan a la violencia, la investigadora apuntó la falta de equidad y oportunidades de trabajo. De igual forma, señaló que los actos agresivos en el hogar como una más de estas formas de violencia, justificados con argumentos ambiguos, como que son necesarios para una adecuada disciplina. «Esto es un mito peligroso», expresó.
«Dentro de nuestras investigaciones se ha comprobado que una niña o niño violentado generará la misma violencia contra su pareja y sus hijas e hijos; aunado al aumento de la posibilidad de un futuro adulto partidario de la justicia por su propia mano y la venganza», aseveró.
De acuerdo con la especialista, la ignorancia es un obstáculo importante a vencer, sobre todo por los padres, ya que ésta es un nido latente de violencia, puesto que sin educación, las familiares carecen de las herramientas necesarias (habilidades parentales), para negociar con las y los hijos, la pareja y, por tanto, no existe una familia funcional.
Para esto, enfatiza, el Instituto imparte talleres de hasta ocho semanas, donde se dan las condiciones para que las madres y los padres adquieran dichas habilidades de negociación. Por ejemplo, se prepara una lista de tareas en los hogares y se adopta una dinámica para su ejecución.
A través de estos talleres, se logra una mayor comunicación y tolerancia entre los miembros de la familia y una educación por parte de los padres sin llegar a los castigos físicos, concluyó.
Cisalva también ha documentado una reducción en los casos de homicidios y muertes por tránsito en Cali, Colombia, de hasta un 47 por ciento de un año a otro, gracias a los operativos de desarme, control de expendio y consumo de licor, trabajo con pandillas, uso de chaleco y casco en motociclistas, señalización de vías, entre otros.
El premio Carlos Slim también se otorgó al investigador mexicano Guillermo Ruiz-Palacios y Santos en el rubro de Trayectoria en Investigación, por sus aportaciones para la obtención de la vacuna contra el rotavirus.
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