Las organizaciones humanitarias se aprestan a retornar con ayuda al territorio iraquí, especialmente a Bagdad, el punto del país más densamente poblado, según los mapas estimativos de la Coordinación Humanitaria para Irak de Naciones Unidas (ONU).
En la devastada ciudad, las principales necesidades son alimentos y electricidad, de acuerdo a las mayores organizaciones humanitarias del planeta, que no refieren las necesidades específicas de la población femenina en Irak.
A la fecha, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU ha comprado grandes cantidades de alimentos para Irak, pero necesitan más dinero para que éstos continúen llegando a la nación con 26 millones de habitantes, indica la información del servicio internacional Alertnet sobre desastres.
En tanto, la Cruz Roja Mexicana calcula que la población iraquí requerirá seis mil 500 toneladas mensuales de alimento para darse abasto con las necesidades de la nación asiática.
Margaret Hassan, directora de la organización británcia CARE en Irak confirmó este martes a Alertnet que el personal empezó a trabajar ya en los hospitales de Bagdad, particularmente para reestablecer la electricidad en el Hospital General Yarmuk, uno de los mayores del país, bombardeado la semana pasada.
«La situación sanitaria es absolutamente crítica. La necesidad más urgente es restaurar el servicio eléctrico. Sin electricidad, las cirugías no pueden llevarse al cabo y los hospitales no funcionan, afirmó».
Pero los voluntarios también esperan que haya condiciones de seguridad para distribuir otros productos en Bagdad, cuando haya pasado el saqueo. «Sin orden, simplemente no podemos trabajar», lamentó Hassan.
Además de los alimentos, empieza a escasear el keroseno para cocinar. «la gente solamente tiene raciones de comida para dos o tres semanas más» dijo Hassan al aclarar que desde hace doce años la gente vive con alimentos racionados.
Coincidente, la organización religiosa de ayuda humanitaria Christian Aid, recordó que la infraestructura se viene abajo rápidamente y que aún antes de la invasión, 16 millones de personas en Irak (60 por ciento de la población) dependían de la ayuda alimentaria.
Al cierre de la edición la Organización de las Naciones Unidas esperaba enviar a 30 integrantes de su personal al norte de Irak donde se cree que los alimentos están más escasos, pero no había garantías para su retorno seguro.
Otros 700 miembros de la ONU que salieron poco antes del inicio de los ataques el pasado 19 de marzo esperan la oportunidad de retornar para unirse a los tres mil 400 iraquíes que trabajan todavía con la organización mundial.
2003/MR/MEL
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