Hace 27 años, Alaida Gallangos Vargas fue separada de sus padres y de su hermano, quienes fueron secuestrados por la Brigada Blanca, cuerpo clandestino creado por el Estado encargado de asuntos de inteligencia en contra de la guerrilla.
Los padres de Alaida, Francisco Gallangos y Carmen Vargas, junto con su hermano Luis Antonio, fueron desaparecidos en mayo de 1974. La niña que en aquel entonces tenía cuatro años, fue rescatada por compañeros de sus padres pertenecientes a la Liga Comunista 23 de Septiembre.
Luis Antonio Gallangos, con dos años de edad, fue herido en la pierna izquierda por miembros de la brigada que lo secuestró, sin que hasta hoy se conozca su paradero. Alaida, ya adulta, se acercó a la Asociación de Familiares de Detenidos, Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México (Afadem), para conocer el destino de su hermano.
Hoy, Día Internacional de los Derechos Humanos, se observa en algunas estaciones del metro de esta ciudad una campaña de pósters donde Alaida cuenta su historia, y pide a la población informes sobre el paradero de Luis Antonio, quien tendría 29 años de edad.
El testimonio de Alaida fue uno de los que hoy presentaron familiares de personas desaparecidas ante la Cámara de Diputados, en el encuentro que sostuvieron con legisladores federales para analizar el informe que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) presentó a Vicente Fox este mes.
Otro de los objetivos, indicó el secretario ejecutivo de Afadem, Julio Mata Montiel, será lograr un plan de trabajo conjunto entre las organizaciones civiles y el poder legislativo federal.
Entre las actividades convocadas para hoy por las organizaciones de familiares de desaparecidos, se encuentra la entrega de la medalla de los Derechos Humanos que se otorgará de manera póstuma a la abogada veracruzana Digna Ochoa, quien fue asesinada el pasado 19 de octubre luego de una oleada de amenazas en su contra.
Como un homenaje a la defensora de los derechos humanos, en particular de campesinos en zonas militarizadas, se instauró la presea Digna Ochoa, que se entregará hoy por primera al juez federal argentino Gabriel Cavallo, quien declaró inconstitucionales y nulas las leyes de Punto Final y Obediencia debida.
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