El sistema de cuotas establecido de manera obligatoria a partir del 2002 en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos electorales (Cofipe), no garantiza el acceso a un 30 por ciento de mujeres a los puestos de elección popular, aseguró Hortensia Aragón, secretaria de Relaciones Políticas y Alianzas del CEN del PRD.
En el marco de la presentación del libro Mujeres Legisladoras en México: avances, obstáculos, consecuencias y propuestas, la ex diputada perredista, quien hizo el prólogo de este texto, dijo que la ley de cuotas requiere reformas para que se haga efectivo su cumplimiento pero no sólo de candidaturas, sino sobre el número de mujeres que acceden a diputaciones.
Durante el acto, organizado por la Comisión de Equidad y Género de la Cámara de Diputados, señaló que en este sentido el IFE debe hacer un seguimiento a los procesos de selección interna de candidatas de los partidos y no darlo por hecho.
Así como se examinan minuciosamente los gastos de campaña de los partidos, el IFE debe revisar que los partidos realmente estén cumpliendo con el 30 por ciento de candidaturas para las mujeres.
Consideró que incluso, sería un gran avance, pugnar por tener órganos electorales con una representación obligada de mujeres.
Hortensia Aragón señaló que el valor de este libro es un peligro y altamente provocador, porque permite a las feministas visibilizar las tareas pendientes respecto al acceso de las mujeres a puestos de elección popular.
OBSTÁCULOS PARA ACCEDER A CARGOS
Al tomar la palabra, Magdalena Huerta, coordinadora del libro junto con Eric Magar, hizo un breve recuento de los factores que han contribuido a una mayor participación de las mujeres como legisladoras, los obstáculos y que hace falta para poder incrementar los porcentajes actuales.
Resaltó que el factor principal que ha contribuido para que las mujeres accedan a un mayor porcentaje de candidaturas es la Ley de Cuotas establecida como obligatoria desde el 2002.
No obstante, resaltó, es posible que una vez alcanzado este techo en el porcentaje, la única posibilidad de remontarlo será a través de modificaciones a la ley electoral.
Explicó que uno de los principales obstáculos para que las mujeres accedan a estos cargos es que generalmente se les relega a los distritos en donde tienen una escasa posibilidad de triunfo.
Así, aun cuando el partido cubra el requisito de entregar a las mujeres el 30 por ciento de las candidaturas, sólo un porcentaje menor de éstas obtendrá un escaño.
Otros de los obstáculos, expuso, es la renuncia de candidatas o diputadas ya electas, para dejar su lugar a un suplente varón, como parte de los arreglos políticos al interior de los partidos.
Uno de los hallazgos más importantes de nuestro estudio, señaló la Magdalena Huerta, es que de 1994 a la fecha, se observa que las mujeres que obtuvieron una candidatura tienen mayor trayectoria política que los hombres, lo cual refleja que a las mujeres se les exige mayor experiencia política para acceder a la nominación.
A manera de conclusiones de la investigación, explicó que el sexo de los legisladores es determinante para incorporar la agenda social y de género en el Congreso; además, a mayor porcentaje femenino, más temas sociales y relacionados a las mujeres se legislan.
Reconoció que si bien cuerpo de mujer no garantiza conciencia de género, la presencia de más mujeres legisladoras contribuye a que los temas de su interés se coloquen en la agenda de todos los diputados.
En su oportunidad, Eric Magar Meurs, coordinador del libro, dijo que Mujeres Legisladoras en México: avances, obstáculos, consecuencias y propuestas, es resultado de un año de investigación que permite observar que la equidad de género en el Congreso está aún muy lejos, pese a los avances que han llevado a contar con una mujer por cada tres legisladores varones.
Precisó que de 1952, año en que Elvia Carrillo Puerto fue la primera diputada electa, en las últimas cinco legislaturas se ha podido incrementar en 7.3 por ciento el número de mujeres cada tres años.
06/LGG/CV
