Al igual que en muchos países, en República Dominicana muchas personas de más de 65 años edad no tienen seguro médico ni pensiones, la mayoría se dedica a cuidar a sus nietos ó bisnietos, como una forma ganarse la comida y vivienda que les dan sus familiares.
En la parroquia Santa Cruz de Villa Mella, Juana Antonio de 84 años de edad, quien forma parte de varios grupos religiosos que trabajan a favor de enfermos y de personas mayores, relata que en su grupo de la iglesia es la única parte donde tiene voz y voto porque en los demás sitios, donde hay gente de todas las edades, ya no puedo hablar, porque me ven como alguien que ya está «pasada».
La geriatra Rosy Pereyra, coordinadora del Instituto del Abuelo y de una red de 11 instituciones que trabaja a favor de la dignidad de las personas mayores, afirma que «es la sociedad misma la que hace que los mayores se sientan menos», publica el portal Mujereshoy.
Pereyra, puntualizó que a la cifra de ancianos en el país aumenta sin que se resuelvan sus necesidades básicas y es muy lamentable que mientras «el mundo se está preparando para lo que viene, aquí estamos retrocediendo».
De acuerdo con sus estudios, la también consultora de Naciones Unidas para América Latina y el Caribe, ha constatado que la situación de discriminación y marginación de los «adultos mayores» no ha cambiado y lo que demandan es comida, salud, y vivienda, en ese orden de importancia.
La situación que viven los «adultos mayores» del país ha sido ampliamente criticada por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP) organismo que junto a la red de instituciones que trabaja por los mayores presentó el mes pasado el proyecto de reglamento que regirá la aplicación de la Ley 352-98, de Protección de la Persona Envejeciente».
En su estudio sobre la «situación del adulto mayor» en el país, Rosy Pereyra indica que, según las proyecciones de Naciones Unidas, la esperanza de vida para República Dominicana pasó de 62.5 años entre 1980 y 1985, a 68.1 para 1995-2000. A partir de este último año y hasta 2025, la esperanza de vida proyectada es de 72.4 años.
De hecho, los dos últimos censos nacionales, muestran cómo la población mayor de 60 años pasó de 6.8 por ciento en 1993, cuando el país tenía 7.1 millones de habitantes, a 8 por ciento en 2002, cuando el censo nacional registró 8.6 millones de personas. Esto significa que en el país hay 687 mil 173 personas mayores de 60 años. De éstos, 200 mil viven en la capital.
2004/LR
