A diez años de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) la población femenina mexicana ha visto afectados sus derechos laborales, tiene poco acceso a los servicios de salud y el aumento de la pobreza las daña más a ellas, aseguró hoy la representante de la Red de Género y Economía, Miriam Martínez Méndez.
En conferencia de prensa, en esta ciudad, para dar a conocer los resultados del Coloquio trinacional Los 10 años del TLCAN: Balance social y perspectivas, realizado el 19 de septiembre en Québec, Canadá, Martínez Méndez señaló que en México el tratado sólo ha beneficiado a las grandes empresas transnacionales.
Acompañada por Alberto Arroyo Picard integrante de la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio (RMALC), la también integrante de la Marcha Mundial de las Mujeres y enlace nacional de la Red del Proceso Mesoamericano de Mujeres, destacó la falta de protección para las trabajadoras de las maquiladoras donde no hay horarios fijos y cumplen por lo general con jornadas muy largas y poco descanso.
Además, dijo, la privatización de los servicios de salud, una de las características del TLCAN, representa para las mujeres dedicar más tiempo al cuidado de la salud de los integrantes de su familia, que atender la propia.
En tanto, Arroyo Picard destacó que las promesas sobre los resultados benéficos del TLCAN hechas hace 10 años, no se han cumplido, no sólo no se han reducido los desequilibrios entre las tres economías, sino que no ha llegado el crecimiento económico anunciado.
Las desigualdades que existían antes del acuerdo se han incrementado, en particular las que atañen a las mujeres y a los pueblos autóctonos.
De acuerdo con la declaración final del Coloquio, en el capítulo de la pérdida de empleos de tiempo completo, se observa el surgimiento de todo tipo de empleo precario, por contrato o de medio tiempo, que es desempeñado precisamente por las mujeres.
Ellas, son las «campeonas» del trabajo precario, están sobre representadas entre los sectores de bajos salarios y de pobreza, y continúan estando en empleos inestables, añadió.
En el Coloquio, recordó el doctor en Ciencias Sociales por la UNAM, representantes de organizaciones sociales de México, Canadá y Estados Unidos, plantearon que el derecho de las mujeres a la igualdad es un principio que debe ser reconocido de antemano antes de firmar cualquier tratado comercial.
Reconoció que las organizaciones de mujeres se muestran muy preocupadas por la persistencia de la discriminación y la violencia acentuada por las políticas de liberalización de los gobiernos, por el desplazamiento de empresas, hechos que refuerzan las desigualdades entre los géneros y entre las mujeres mismas.
Así, integrantes de organizaciones como la Red Quebequense frente a la Integración Continental, Common Frotiers, RMALC, Alliance for Responsible Trade y la Alianza Continental, exigieron a sus gobiernos un balance completo de los efectos de TLCAN.
2004/RGL/LR/SM
