Inicio Problemática migratoria va más allá del rechazo a una ley

Problemática migratoria va más allá del rechazo a una ley

Por la Redacción

De nueva cuenta, varios gobernantes latinoamericanos demuestran su escaso interés por defender a la ciudadanía que decidió migrar a otros países, como igual lo han demostrado meses atrás esos mismos políticos o sus antecesores cuando en Estados Unidos se intentaba legislar para restringir la migración, y durante las décadas en las que han tolerado la persecución y represión contra las personas migrantes.

Hace ya casi un mes que en Arizona se aprobó una legislación -por demás discriminatoria y racista- que afecta principalmente a mujeres y hombres migrantes procedentes de países latinos. Ello motivó que se recuerde la problemática migratoria, y algunos gobernantes del área, la incorporen a sus discursos políticos; entre ellos, los mandatarios de México y Centroamérica incluso suben su tono de voz, pero igual demuestran qué tan lejos están de hacer algo para proteger verdaderamente los derechos ciudadanos de sus connacionales.

Siguen reaccionando de manera hipócrita porque sus palabras están distantes de políticas públicas encaminadas a atender las causas y efectos que engloban la migración.

La condena contra los legisladores de Arizona es insuficiente, también hay que señalar cómo gobiernos de la región latinoamericana se convierten en cómplices de los atropellos contra los mal llamados indocumentados.

Esto lo digo por su inacción, ya que en lugar de abrir instituciones o establecer mecanismos que promuevan la condición de ciudadanos a los migrantes, soslaya que sus compatriotas en tierras del Tío Sam sean tratados como delincuentes. Aquí quiero resaltar la situación de mayor desventaja que sufren las mujeres, quienes son más vulnerables por la violencia machista y la discriminación de género a que se enfrentan cuando deciden dejar su país.

Algo que también es importante señalar es cómo aparece el mesurado presidente Barack Obama, diciendo que la ley migratoria promulgada en Arizona contraviene postulados constitucionales, pero no actúa con rapidez para suprimir tan nefasta ley. Sigue en el análisis. Su postura de calma provoca enojo, al pensar cómo los racistas estadounidenses se ufanan de la nueva legislación y las secuelas de la misma.

Un analista mexicano decía recién que las movilizaciones de rechazo, que están teniendo lugar en varios lugares de Estados Unidos y que han congregado a ciudadanos estadounidenses, muy probablemente lograrán que la cuestionada ley sea revocada.

Ello de inmediato provocará que el descontento se diluya. Lo que cabe preguntar es si tales acciones de presión social sirven al movimiento de migrantes para empoderarse o simplemente vuelvan silenciosos a seguir las medidas de clandestinidad para esquivar las deportaciones, mientras los gobiernos de sus países originarios siguen tolerando las arbitrariedades de los racistas.

Mucha razón tiene el escritor Carlos Fuentes, quien declaró que todos los migrantes latinos tendrían que dejar de trabajar un día en Estados Unidos para que se valore la gran dimensión de sus aportes.

* Periodista mexicana radicada en Guatemala, editorialista, integrante de la organización La Cuerda, cofundadora de la Red Centroamericana de Periodistas.

10/RHA/LR

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