La Organización de las Naciones Unidas (ONU) prohibió que los soldados cascos azules en República Democrática del Congo mantengan relaciones sexuales con la población local e impuso un toque de queda tras las acusaciones sobre explotación y abuso sexual contra niñas y mujeres en ese país del continente africano.
Según información de agencias internacionales estas medidas fueron anunciadas por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, en una carta dirigida al Consejo de Seguridad en la que informa los resultados de las investigaciones realizadas por la oficina de servicios internos.
Este órgano descubrió que los soldados proporcionaban a las víctimas alimento o pequeñas sumas de dinero a cambio de mantener relaciones sexuales.
La ONU ha investigado 150 demandas, incluyendo varias de violaciones tumultuarias, contra unos 50 soldados establecidos en la ciudad nororiental de Bunia en el Congo.
La instrucción advierte que el personal militar no puede socializar ni tener relación alguna con la población fuera de sus actividades de trabajo, lo que incluye no tener relaciones sexuales.
Asimismo indica que deberán respetar el toque de queda entre las seis de la tarde y las seis de la mañana, y se asegurarán de que todo el personal respete el código de conducta y las normas de la ONU.
Las medidas, que de momento se aplican al personal militar, podrían extenderse al personal civil de la Misión de la ONU en el Congo, que con 13 mil personas desplegadas es la mayor de las misiones del organismo internacional.
Aunque la nacionalidad de los soldados implicados no se ha dado a conocer de forma oficial, los informes mencionan a soldados de Marruecos, Nepal, Pakistán, África del sur, Túnez y Uruguay, así como un civil francés.
2005/MP/LR
