El Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) impartirá en breve cursos de prejubilación para eliminar en este grupo social la idea de que son personas improductivas, potenciar sus habilidades, brindarles elementos para disfrutar con plenitud su sexualidad, informó hoy el geriatra Raúl Falcón Molina.
El también coordinador de la Clínica de Adicciones y Grupo de Apoyo a Diabéticos e Hipertensos del INAPAM, aseguró que las personas de la tercera edad llegan a la jubilación sin estar preparados y con la idea de que son inútiles, poco valiosos e improductivos.
Dijo no tener la fecha exacta en que comenzarán dichos cursos, no obstante indicó que su importancia es que las y los ancianos son considerados personas con discapacidad sexual, mental y física.
Al participar en la mesa redonda Género y Sexualidad: Problemas Actuales en Grupos Vulnerables, Falcón Molina aseguró que las políticas públicas promueven la dependencia económica y emocional de las personas de la tercera edad.
En el Museo Nacional de Antropología e Historia, el geriatra señaló que existen factores sociales, económicos, familiares y físicos que propician la soledad, la depresión y la renuncia a la vida sexual en las y los ancianos.
Condenó que la sociedad omita el tema de la sexualidad en este grupo poblacional porque «se cree que ya dieron todo y con ello les niegan sus derechos sexuales y económicos».
En su turno, la sicóloga del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal (Inmujeres DF) Beatriz Ortiz, calificó la sobreprotección familiar hacia las y los ancianos como una nueva modalidad de violencia intrafamiliar.
La también coordinadora del área de Concentración de Acciones del Inmujeres DF comentó que además de la intrafamiliar las personas de la tercera edad padecen violencia institucional ya que incluso los servicios de salud les niegan la información necesaria sobre su sexualidad.
Por su parte, el investigador del Instituto Mexicano de la Sexualidad (Imesex), Juan Luis Alvarez Gayou, indicó que aún en la vejez el cuerpo responde a un estereotipo a través del cual la sociedad le asigna una función.
De esta forma, Alvarez Gayou señaló que el cuerpo femenino aún en la tercera edad es resignado a la sumisión, la dependencia económica y emocional.
Los especialistas coincidieron en la necesidad de implementar campañas informativas que brinden a las personas de la tercera edad mecanismos que les permitan disfrutar su vida sexual y el final de su vida laboral.
Más aún propusieron la creación de una escuela para hijos que les ayude a cambiar la visión tradicional de que los ancianos son personas aburridas, solas, sin autoestima y dependientes.
2003/MM/MEL
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