El mundo me fue cambiado cuando llegó el VIH/SIDA a mi vida, la sociedad se convierte en otra: te discriminan, te excluyen, te huyen, nos quedamos prácticamente solas, este es un padecimiento que tiene complicaciones sociales graves, porque todavía no se ha dicho que el machismo es un factor de riesgo de contagio del virus, relata Linda, quien vive con Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Hablar de VIH/SIDA y contagio de amas de casa se vincula con el machismo, porque las mujeres tienen baja estima, no dependen económicamente de ellas mismas, son victimas de violencia familiar, entonces no tienen la capacidad de negociar con su pareja el uso del condón y, ante esta convivencia desigual en el hogar, es como llega el virus a algunas mujeres.
Están en riesgo cuando los hombres, sus esposos, tienen otra pareja sexual y ellas lo desconocen y no consideran necesario el uso del preservativo, pues ellas no perciben riesgo alguno, ya que tienen una sola pareja.
La violencia familiar y el machismo son actualmente factores de riesgo para que las mujeres contraigan el VIH y las cifras lo confirman. El virus se propaga entre las mujeres, principalmente las casadas o con pareja estable.
Linda considera, desde su experiencia viviendo con VIH/SIDA, replantear las políticas de prevención de esta propagación, porque todavía no se realizan campañas oportunas dirigidas a los hombres, para sensibilizarlos sobre la necesidad de utilizar preservativo cuando tienen más de dos parejas, porque son ellos la vía principal por la que la enfermedad llega a los hogares.
Explica que biológicamente es más factible que el hombre contagie a la mujer del virus que la mujer al hombre, porque el líquido vaginal muy difícilmente puede penetrar al pene, no así el semen, que queda en mayor cantidad en la cavidad de la vagina.
La estadística nacional señala que sólo el 1.01 de los casos de infección corresponde a la infección de mujeres hacia hombres, lo que confirma que el porcentaje de contagio del virus es a través de los varones.
Explica que la propagación de esta enfermedad en mujeres requiere respuestas mucho más allá de repartir preservativos, se necesita empoderar a las mujeres, talleres de autoestima para que ellas puedan tomar decisiones sobre el cuidado de su cuerpo.
Linda señala que la sociedad es machista, por lo cual todavía no está segura de abrir esta parte de su vida, porque hablar de estar contagiada del virus es arriesgarse a perderlo todo, porque la sociedad te juzga y además señalan a tus hijas e hijos, afirma.
08/DAC/GG
