Las mujeres participantes del Foro Global: Financiamiento para el Derecho al Desarrollo Sustentable y con Equidad rechazaron el modelo neoliberal, la cultura de la guerra y todas las formas de violencia contra las mujeres, al exigir la condonación total de la deuda externa para países altamente endeudados.
En el primer día de trabajos del foro de las ONG, previo a la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo, las mujeres propusieron impulsar una agenda para la paz con justicia en el mundo, una organización política mundial no monolítica, dotada de autoridad sobre la economía con una representatividad equitativa y con una democracia participativa entre todos los países de la tierra.
En el documento Declaración de Mujeres, las activistas recomendaron el establecimiento de un impuesto a las transacciones financieras extranjeras, aumentando el porcentaje en tiempos de crisis, para evitar las fugas de capitales, particularmente para los de origen especulativo, y también como un medio de regulación de los flujos de capital internacional.
Igualmente pidieron el aumento de los recursos destinados a la Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD) y la eliminación de la condicionalidad, cumpliendo así con el objetivo de que los países desarrollados destinen el 0.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a la (AOD).
Propusieron además un porcentaje que considere el cargo del costo social de las políticas neoliberales, estableciendo también mecanismos que garanticen el logro de los objetivos de la Cumbre del Milenio, particularmente los que se refieren a eliminar las desigualdades de género en la salud, educación y el trabajo.
A su vez, demandaron eliminar la condicionalidad del ajuste estructural en los programas que impulsa el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y los bancos regionales.
En el tema de la deuda externa, recomendaron revisar los criterios actuales y la adopción de un enfoque de desarrollo humano para medir su sostenibilidad, la cual opinaron, no se debe medir en funcion de lo que un país determinado puede pagar de acuerdo a los compromisos adquiridos con anterioridad, sino en funcion de sus necesidades para alcanzar el desarrollo humano, sustentable y con equidad de género.
En este sentido, demandaron el establecimiento de un mecanismo transparente de arbitraje de la deuda con procesos democráticos de toma de decisiones, ya que a la fecha los países acreedores tienen un enorme peso en la decisión sobre que un país entre en los procesos de renegociación de la deuda externa como la iniciativa de condonación de los países altamente endeudados.
Las activistas abogaron por la democratización de las toma de decisiones en las instituciones financieras internacionales y porque los procesos de liberalizacion comercial y de inversiones respeten la soberanía de los pueblos y cumplan con los objetivos de desarrollo de la Cumbre del Milenio.
Las mujeres opinaron que las Naciones Unidas deben asumir un papel preponderante en el desarrollo económico y social mediante el cumplimiento total de la Carta de las Naciones Unidas, de tal forma que el Banco Mundial y el FMI rinda cuenta de sus acciones, se sometan al Consejo Económico y Social y al marco regulatorio internacional de los derechos humanos.
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