La propuesta comercial de la Unión Europea hacia México y el resto de los países latinoamericanos es simple y llanamente un neocolonialismo y sería una barbaridad si nuestras naciones lo aceptaran, sostuvo hoy Alejandro Villamar, integrante de la Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio (RMALC).
Al participar en el Encuentro Social Enlazando Alternativas que se realiza de manera paralela a la Tercera Cumbre América Latina, El Caribe, Unión Europea (ALCUE), que inicia este jueves, dijo «éste es un tratado comercial con envoltura bonita», donde la agricultura es lo que menos interesa a los países que integran la Unión Europea (UE).
Recordó que la relación comercial entre México y Estados Unidos, fue siempre insignificante y su crecimiento miserable y la UE tenía mucho interés en obtener las reglas y ventajas que Estados Unidos y Canadá obtuvieron con nuestro país a raíz del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1994.
En su intervención en la mesa Agricultura en las Relaciones Unión Europea–América Latina y el Caribe, el integrante de la Red, aseguró que los grandes capitales europeos querían condiciones especiales en la industria, mismas que lo lograron obtener a través de la Organización Mundial de Comercio (OMC), dado que el capítulo de agricultura «no era importante».
Sin embargo, «no consideraron dentro de la agricultura los productos pesqueros y los forestales, a pesar de las enormes perspectivas de crecimiento que tendría para México y en cambio, han solicitado que nuestros países abandonen toda intención de industrializar cualquier producto forestal o pesquero».
Ello es un acto de neocolonialismo que demuestra la verdadera propuesta de la Unión Europea con las naciones de América Latina y el Caribe.
Alejandro Villamar lamentó que ni el gobierno mexicano, ni los países latinoamericanos hayan respondido y guarden silencio ante la propuesta presentada por la Unión Europea, a principios de mayo, en el sentido de desmantelar la producción de manufacturas forestales o pesqueras y en cambio –dijo- se han escuchado voces de productores húngaros y polacos.
Sostuvo que una alternativa para contrarrestar este libre comercio, que calificó de desigual, es preservar la agricultura interna, donde los pueblos son capaces de producir sus propios alimentos, tal y como hasta ahora lo hacen las comunidades chiapanecas a pesar de las presiones gubernamentales.
«No debemos engancharnos a reglas injustas que pretenden imponer los grandes monopolios europeos», acotó.
2004/SJ/GV/SM