Revisar el contenido y combinación en los alimentos que ingieres a diario es un paso que dará a tu «yo soy corporal» la oportunidad de funcionar con un rendimiento más alto, evitando que el sistema inmunológico se dañe. Se puede hacer con frutas y verduras, pero también con las proteínas; sobre todo si es de tu interés obtener una combinación de buena calidad.
Existen varias formas de conseguirlo. La química y nutrióloga Belén Almanza recomienda cuatro distintas combinaciones (Sugerencias para mejorar la alimentación, 1997).
1.- Leche de soya -o cualquiera de sus derivados- con cereales: arroz con leche, trigo con leche, avena con leche, pan con tofu.
2.- Cereales con legumbres: arroz con lentejas, arroz con chícharos, avena con garbanzos, arroz con frijoles.
3.- Legumbres con hortalizas: habas con espinacas, sopa de verduras con frijoles, lentejas con plátano macho o papas.
4.- Cereales con hortalizas: maíz con frijoles tiernos, arroz con zanahorias, cebada con acelgas.
También propone hacer cinco comidas -más ligeras y variadas- al día, en vez de tres, preparando un menú distinto para cada día de la semana.
*Periodista con especialidad en terapia Gestalt
05/CV/YT