Integrantes de Amnistía Internacional México (AI-México) se manifestaron este jueves frente a la embajada de Guatemala, en las Lomas de Chapultepec, en protesta por los mil 188 asesinatos de mujeres registrados en ese país entre 2001 y 2004.
Los activistas acudieron a la sede diplomática ante la falta de respuesta del embajador, Manuel Arturo Soto Aguirre, a la solicitud de entrevista que le formularon para abordar el tema de la violencia contra las mujeres en ese país centroamericano, explicó Liliana Velázquez, presidenta de la Sección Mexicana de AI.
Recordó que el pasado 9 de junio AI lanzó su informe Ni protección ni justicia. Homicidios de Mujeres en Guatemala, que hace un recuento de la situación de violencia extrema que viven las mujeres guatemaltecas, así como de la falta de atención al problema por parte de las autoridades al no prevenir, investigar y castigar los asesinatos.
En la entrada de la embajada, los activistas entregaron una copia del informe junto con una carta, en la que solicitan nuevamente la entrevista con Soto Aguirre, precisó Liliana Velázquez.
Agregó que la protesta de este jueves es el primero de una serie de actos programados para concienciar a la sociedad sobre la gravedad del feminicidio en Guatemala, y que se realizarán durante los próximos meses.
Aunque las autoridades guatemaltecas confirmaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que entre 2001 y agosto de 2004 registraron la muerte de mil 188 mujeres, se desconoce la cifra exacta y tampoco hay un consenso en torno a ésta, explicó.
«Sin embargo, Amnistía Internacional cree que la brutalidad reiterada, los indicios de violencia sexual y el aumento en el número de homicidios hacen necesario que las autoridades presten atención al problema con urgencia», consideró.
Destacó que la mayoría de los homicidios de mujeres y niñas se han cometido en zonas urbanas, donde se ha visto además un alto incremento de la delincuencia violenta en los últimos años, vinculada a menudo al crimen organizado o a las actividades de bandas de jóvenes de la calle conocidos como «maras».
La violencia contra las mujeres guatemaltecas tiene su origen en la discriminación, que les impide ejercer sus derechos y libertades en condiciones de igualdad con los hombres, y a esa impunidad se suma otra, la falta de castigo a los responsables de las violaciones a los derechos humanos de las mujeres, afirmó.
Recordó que AI ha pedido al gobierno de Oscar Berger actuar con la debida diligencia para detener los asesinatos de mujeres y ofrecer justicia efectiva a las víctimas de violaciones a los derechos humanos en su país.
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