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Pruebas de VIH, «medida irracional»: ONUSIDA

Por Gladis Torres Ruiz

En torno a la polémica generada por las declaraciones del titular de la Secretaría de Salud (SS), José Ángel Córdova Villalobos, quien sugirió realizar exámenes obligatorios de VIH, el director ejecutivo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA por sus siglas en inglés), Peter Piot, apuntó que esta medida sería «impráctica debido a la periodicidad para aplicarla, así como a los altos costos que representaría».

El establecimiento de la obligatoriedad para la realización de pruebas de detección del VIH/SIDA «no ayuda en lo más mínimo» a detener el avance de la epidemia, pues además de que se trataría de una medida «irracional», también se vulnerarían los derechos humanos, señaló Peter Piot, según un despacho informativo de la agencia NotieSe.

En el marco de la celebración del 1 de Diciembre, Día Internacional de la Lucha Contra el SIDA, Piot cuestionó en conferencia de prensa: «¿Quién nos diría qué tan frecuente debe ser la prueba?, ¿cada semana?, ¿cada mes?, ¿cada año?».

Sin embargo, luego de una reunión con Córdova Villalobos, reporta NoieSe, el funcionario internacional dijo sobre las declaraciones del Secretario de Salud: «creo que fue un malentendido, me reuní con el Secretario y no hubo ninguna intención de promover este tipo de políticas».

Por su parte en la clausura del X Congreso Nacional de VIH/SIDA y otras Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), este sábado en León Guanajuato, Córdova Villalobos, se deslindó de las polémicas declaraciones, culpando a los medios de comunicación de tergiversarlas.

Al clausurar el Congreso, afirmó que la actual administración federal está comprometida con los derechos humanos de las personas seropositivas y con la aplicación correcta de la Norma Oficial Mexicana en materia de VIH/SIDA.

La prueba de Elisa, rectificó, «sólo será obligatoria en la donación de sangre o cuando el Poder Judicial así lo solicite. Además, afirmó que la SS pugnará por la reducción del estigma y exclusión de homosexuales y personas con VIH, además de ofrecer tratamiento integral y gratuito a quienes viven con el virus; lograr que ya non nazcan niñas y niños seropositivos, y brindar la detección oportuna».

Cabe destacar que momentos antes de iniciar su intervención, las y los activistas de lucha contra el SIDA, reunidos en el Poliforum de León, Guanajuato, levantaron pancartas que decían: «Señor secretario, la obligatoriedad de las pruebas no detiene el VIH, «Exigimos capacitación al personal médico» y «Basta de mentiras, acceso universal ahora, nunca más listas de espera», entre otras.

Al iniciar su participación, detalla NotieSe, el funcionario fue abucheado por un número nutrido de luchadoras y luchadores sociales, quienes interrumpieron el discurso de Córdova Villalobos con dos consignas: «Prevención, no obligación», e «Inclusión y renovación».

Por su parte las trabajadoras sexuales y las mujeres transexuales demandaron la derogación de los Bandos de Policía y Buen gobierno que les prohíben el ejercicio pleno de su sexualidad e identidad de género, que por ende, atentan contra el Artículo Primero de la Constitución, el cual prohíbe toda discriminación.

«No más pruebas obligatorias al trabajo sexual», sentenciaron.

En respuesta, el titular de Salud ofreció a la sociedad civil organizada «sumar esfuerzos, para luchar contra la epidemia. El Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/SIDA será un foro continuo», aseguró.

Peter Piot apuntó que si bien el acceso universal a tratamientos anti SIDA es un avance reciente para México, la discriminación, la homofobia, el machismo y la explotación de las trabajadoras sexuales aún son retos a vencer en la lucha contra el síndrome, enfatizó.

De igual forma señaló que el SIDA forma parte de la vida del siglo XXI. Va a permanecer con nosotros durante mucho tiempo y si no actuamos ahora, vamos a pagarlo después.

UNA HISTORIA DE LUCHA

En México, dos años después de los primeros reportes de SIDA en los Estados Unidos en 1981, se conoció el primer caso y, al igual que en otros países, se trataba de una persona homosexual. Sin embargo, dos años después, 1985, apareció un caso de VIH/SIDA en una mujer.

Sin embargo en esos años, a pesar del conocimiento de este caso y muchos otros que se reportaban en personas heterosexuales o usuarios de drogas inyectables, la política de Estado era la represión hacia la comunidad homosexual de México. Erradicar homosexuales equivalía a combatir el VIH/SIDA.

Así ante la desinformación y la falta de políticas públicas de salud adecuadas, Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) realizaron campañas para informar a la población sobre el VIH/SIDA, con la distribución masiva de folletos, establecimiento de redes informativas, recaudación de fondos, y además denunciaban el amarillismo que inundaba a los medios de comunicación.

Mientras las cifras de muertes por este mal aumentaban con el paso de los años y gracias a un mejor conocimiento de sus causas, se hizo necesario comenzar a evitar la propagación, uno de los primeros recursos por los que se optó fue el uso del condón debido a que el VIH es transmisible sexualmente.

Pese a comprobar la alta eficacia del condón en cuanto a la reducción de riesgos de contagio del VIH/SIDA, sectores ultraconservadores, detalla NotieSe, negaron la eficiencia del preservativo e incluso realizaron campañas en su contra, pretextando que promovía la promiscuidad.

En México los principales promotores de esta campaña eran sacerdotes católicos. En su momento Norberto Rivera, arzobispo de México, declaró que se tenía que advertir a la población que este producto era nocivo para la salud (Letra S, 1997). Ante la presión de dichos sectores se canceló la primera campaña de uso del condón en nuestro país.

De igual manera la implementación de programas de educación sexual en escuelas fueron severamente criticados por los mismos sectores, sin embargo, ante los riesgos y probabilidades de que aumentara la transmisión, se realizaron las campañas.

Mientras que los sectores afectados mayoritariamente por el VIH comenzaron a exigir sus derechos, entre ellos el acceso a los medicamentos y servicios de salud pública.

Para 1992 se creó la Cartilla de Derechos Fundamentales de las personas que viven con VIH/SIDA y en 1995 se publicó la Norma Oficial Mexicana para el Control de la Infección por el VIH, en el Diario Oficial de la Federación.

FEMINIZACIÓN DE LA PANDEMIA

Sin embargo la lucha por los derechos de las personas afectadas por este mal continúa, ya que todos los días surgen más aristas de infección, ejemplo de ello es la creciente feminización de la pandemia. ONUSIDA indica que el 48 por ciento de personas que viven con VIH/SIDA en el mundo son mujeres.

En nuestro país, la lucha y el reconocimiento de los derechos humanos de las personas que viven con VIH/SIDA ha sido primordial, sobre todo en el aspecto de erradicar la estigmatización y discriminación hacia ellas. Como ejemplo queda la reciente redacción de la cartilla Las Mujeres, el VIH/SIDA y los derechos humanos.

07/GT/GG

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