Las mujeres de América Latina deberán buscar nuevas formas de organizarse para resistir los efectos de la liberalización del comercio continental, prevista en el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), y en el Plan Puebla Panamá (PPP), aseguró hoy Maricarmen Montes, coordinadora del grupo Mujeres para el Diálogo.
Para la antropóloga social, la eventual entrada en vigor del ALCA causará la desaparición de las pequeñas y medianas empresas que emplean en su mayoría a mujeres, promoverá la apropiación privada, vía patentes, del patrimonio que durante siglos ha sido de indígenas y campesinas, como las semillas, artesanías y prácticas curativas.
El ALCA pretende crear una zona de libre comercio desde Canadá hasta la Patagonia chilena. La propuesta fue lanzada hace más de 10 años, sin embargo las negociaciones se han estancado por diferencias políticas y comerciales entre los países del Continente Americano.
Respecto al empleo y trabajo, advirtió, es previsible el fracaso de unidades productivas rurales y urbanas, así como la privatización de empresas y servicios públicos, lo que generará desempleo y dañará a la población femenina.
Este fenómeno agudizará la expulsión de la fuerza de trabajo de los hombres del campo a las ciudades, principalmente hacia países del norte, y la generación de empleos precarios que desconocen los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Además, se empezarían a privatizar los servicios públicos de salud. No habrá guarderías. Entonces, «las mujeres van a cargar con todo esto».
Sin embargo, consideró que la población femenina ya no puede dar marcha atrás. «Ellas, van a tener que buscar nuevas formas de organizarse y resistir», sentenció.
La experta señaló que las mujeres contribuyen con su trabajo, muchas veces no remunerado o mal pagado, con una parte importante de las economías de los países latinoamericanos. «Ahora tendrán que impulsar iniciativas para producir y generar ingresos que garanticen la sobrevivencia de sus familias».
EL TLCAN, ALCA y PPP
Para la especialista, el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), dio a los estadounidenses la posibilidad de ensayar lo que sucedería con la implementación de un tratado tan desigual. «Y, bueno, ya vieron que funciona y que ellos fueron los beneficiados».
Entonces, señaló, sobre la base de esta experiencia, están impulsando el PPP, que por cierto, aseguró, tiene un bajo perfil porque en México hay mucha resistencia a la implementación de este proyecto.
El PPP es una iniciativa destinada a crear un corredor de libre comercio que une a la región conocida como Mesoamérica, en la que participan siete países de Centroamérica y México.
Montes manifestó que en el caso del ALCA tenemos muy claro que Estados Unidos necesita sacar su mercancía. Para ir a Asia tendría que atravesar un largo camino que son las rocallosas, lo que sería muy caro.
«A mí me parece que a lo que está orillando este tipo de tratados y medidas económicas, es a una resistencia muy fuerte de parte de las mujeres», dijo.
Mujeres para el Diálogo es un colectivo que surgió en 1979, desde su fundación ha promovido el mejoramiento de la calidad de vida, particularmente de las mujeres excluidas por las relaciones de desigualdad e inequitativas.
RG/MEL
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