A siete meses de haber sido publicada la primera revista femenina afgana Malalai, que dirige Jamila Mujahed, atraviesa por una severa crisis, informó en un comunicado Reporteros sin Fronteras (RSF).
Esta es la razón por la que RSF hace un llamado a las organizaciones de prensa femeninas, a los gobiernos europeos y a los medios de comunicación independientes para que ayuden con su aportación a esta revista y pueda seguir distribuyéndose en las principales ciudades de esta nación, además de en Kabul.
Malalai, la primera revista afgana, se publicó por vez primera el 21 de febrero de 2001 en Kabul y además se publica en pachtu, en dari y en inglés, financiada por la Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, Ciencia y Educación (Unesco), Marie-Claire, y la fundación Heinrich Bohl.
En ella únicamente trabajan cinco periodistas afganas y una europea, y se distribuyen cinco mil ejemplares mensuales en Kabul por sólo un dólar, tanto en las principales ciudades del país como en la calle y librerías.
La revista lleva su nombre en honor a la heroína guerrera que en el siglo XVII libró una batalla contra el imperio británico.
En una declaración al diario Le Figaro, informa RSF, Jamila Mujahed explicó que su objetivo era que las afganas se convirtieran en las Malalai del siglo XXI, contribuyendo en la reconstrucción del país y educando hijos sanos, además de reivindicar los derechos de las mujeres.
De manera conjunta con la Unesco y Anai, en diciembre de 2001 RSF apoyó el lanzamiento del primer semanario independiente Kabul Weekly, encabezado por el periodista Faheem Deshty.
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