Desde 1999, el 12 de agosto se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Juventud, fecha que fue establecida por el Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), con el fin de desarrollar actividades de información pública que permita a los jóvenes acceder a sus derechos humanos.
A cuatro años de que la ONU reconoció la importancia de respetar y promover los derechos humanos de las y los jóvenes, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), señala que la realidad a la que se enfrenta ese sector poblacional en México es cada vez más difícil.
Actualmente en México existen cerca de 30 millones de jóvenes – de los cuales 14 millones son mujeres- que de acuerdo a la ONU, son aquellas personas de entre 15 y 29 años de edad, es decir, la población más grande en toda la historia del país.
De acuerdo a datos del INEGI, el 35 por ciento de estos 30 millones de jóvenes no ha terminado la primaria y sólo el 10 por ciento ha realizado estudios de nivel superior.
Es precisamente entre las jóvenes donde se ubica la tasa de desempleo más elevada, que afecta al 8.6 por ciento de las mujeres jóvenes, mientras en el caso de los varones, la tasa de desempleo se ubicó en 5.6 por ciento. Se estima que el 65 por ciento de los jóvenes no cuentan con seguridad social.
Las y los jóvenes también enfrentan las consecuencias de la falta de información, orientación y educación sexual, entre éstas se encuentra el alto número de embarazos adolescentes, abortos clandestinos y el VIH/SIDA.
Para muestra un botón. De acuerdo a la Secretaría de Salud (SS) el número de embarazos adolescentes en México asciende a más de 30 mil anualmente.
La ONU por su parte, estima que cada minuto cinco personas de entre 10 y 24 años de edad son infectados con VIH/SIDA, de ahí que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) considere que esta enfermedad «azota a los más jóvenes». En nuestro país, la edad promedio de inicio de la vida sexual es de 18 años en mujeres y 16 en hombres.
Pero la falta de información sexual no sólo se queda en el ámbito de las estadísticas, sino que tiene un impacto directo en la vida de las personas porque no sólo lesiona su calidad de vida, también limita sus oportunidades de desarrollo personal, profesional y emocional.
A pesar de que diferentes instancias de gobierno han identificado el desempleo, la salud, la falta de información y las violaciones a los derechos humanos de las y los jóvenes, como los principales retos a los que se enfrenta la juventud mexicana, actualmente no existen acciones gubernamentales concretas para atender estas problemáticas.
Por el contrario a nivel nacional e internacional existen pocos esfuerzos para atender las necesidades específicas de la juventud, en ambos ámbitos no existen leyes e instrumentos internacionales específicas para los jóvenes.
De ahí que el Día Internacional de la Juventud constituya una oportunidad para empezar a reconocer la importancia de atender las necesidades de la juventud mexicana y crear los mecanismos legales que apoyen el desarrollo de ésta.
2003/MM/MEL
