La Secretaría de Salud en Querétaro distribuyó entre trabajadoras sexuales de la entidad 20 mil condones masculinos que pertenecían a un lote asegurado por los servicios de salud del estado de Colima, debido a que estaban defectuosos y representaban un riesgo a la salud.
La denuncia fue realizada por Tomasa Mendoza, de la Organización Mujer Libertad, en el marco de la XVII Conferencia Internacional de SIDA 2008, realizada en la Ciudad de México del 3 al 8 de agosto pasados, quien manifestó que a partir de mayo se empezaron a distribuir los condones masculinos entre las más de 7 mil 500 trabajadoras sexuales.
Dijo que las autoridades de Salud de Querétaro sabían que los 20 mil condones masculinos iban a ser distribuidos entre las trabajadoras sexuales, a pesar de que pertenecían al lote 005454STA, con la leyenda de la Secretaría y etiquetado como «producto asegurado» en el estado de Colima desde el 25 de junio de 2007.
Las trabajadoras no desconfiaron del producto, porque se los entregó la máxima autoridad sanitaria de la entidad, y fue hasta que empezaron a tener problemas, pues ser rompen al usarlos, cuando se dieron cuenta que en el empaque decía que era un producto asegurado.
«No creemos que sea justo que esto esté pasando, cuando el Secretario de Salud federal anunció que se habían adquirido 30 millones de condones y que se hacen licitaciones cada año», señaló la dirigente de Mujer Libertad, quien mostró su indignación ante las autoridades de Salud de Querétaro.
De igual manera, Alejandra Gil, representante de la Asociación en Pro Apoyo a Servidores (Aproase), organización defensora de los derechos de las trabajadoras sexuales, insistió en que los condones defectuosos entregados por la dependencia de salud no sólo se rompen con el uso, sino que les ha traído consecuencias como vaginitis, además de que estuvieron expuestas al riesgo del VIH.
«La mayoría de las compañeras que utilizaron los condones, se les reventaron al momento de su uso, por lo que muchas han contraído problemas de vaginitis y quedaron expuestas al riesgo contraer el VIH», refirió.
CENSIDA INVESTIGARÁ: SAAVEDRA
En respuesta, el doctor Jorge Saavedra, titular de Censida, explicó que los productos presuntamente distribuidos en Querétaro a las trabajadoras sexuales a través del organismo Mujer Libertad no es el que el organismo gubernamental entregó a las autoridades de Salud de la entidad, pero reconoció que se trata de un producto sin lubricante que ser rompe con el uso, por lo que el lote había sido asegurado en Colima.
Advirtió que irá a ver a las autoridades de Salud de Querétaro para saber cómo adquirieron estos condones y para verificar si se trata del producto que se aseguró en Colima, lo cual sería «muy grave, dijo Saavedra.
Censida mandará a hacer las pruebas de calidad necesarias en el laboratorio, para establecer si cumplen con los estándares de calidad en cuanto a resistencia y empaque, que son otros factores que también se evalúan, detalló el funcionario.
«Estos no son los condones que compra el Gobierno federal, no son los condones que compra el Censida y que son 30 millones los que distribuimos a los gobiernos de los estados», por lo que nos preocupa que los que distribuyen autoridades locales no cumpla con las normas de calidad necesarias.
Una vez que se haya valorado si la calidad del producto distribuido a las trabajadoras sexuales es inaceptable, se aplicarán las sanciones correspondientes. «Lo primero que vamos a hacer es tomar cartas el asunto y acudir a revisar este lote de condones que está distribuyendo la Secretaría de Salud del estado de Querétaro», advirtió el titular de Censida.
DISCRIMINACIÓN
Alejandra Gil señaló también que las agrupaciones de trabajadoras sexuales han estado colaborando con las autoridades de Salud de Querétaro, sus sistemas municipales a través de sus reglamentos pisotean el estigma y el trabajo sexual de las mujeres.
Dijo que esta situación no debe continuar, ya que en la XVII Conferencia Internacional de SIDA se habló de eliminar el estigma y la discriminación, por lo que las autoridades municipales deben adoptar el diálogo con las mujeres que se dedican al trabajo sexual, ya que son vistas como desecho.
«El trato es de discriminación, a las trabajadoras sexuales se les obliga a ir a un consultorio a realizarse la prueba de VIH, no hay apertura de las autoridades de Salud para el trabajo sexual y existe represión, ya que cuando una trabajadora no trae el carnet donde traiga la prueba de VIH, Hepatitis y Sífilis, es remitida a los juzgados civiles», denunció.
Tomasa Mendoza agregó que son las trabajadoras sexuales quienes están más interesadas en el cuidado de su salud, por lo que no es necesario que tengan que traer un carnet de la Secretaría de Salud para que puedan ejercer su trabajo, ya que por su propia iniciativa se realizan las pruebas y utiliza los métodos de prevención adecuados.
08/MGC/GG/CV
