Para 2011 habrá un presupuesto de 3 billones 438 mil 985 millones 500 mil pesos, 2.6 más del proyecto original, significa un crecimiento del 4.1 por ciento respecto al actual. En este proceso se aprobaron 14 727.1 millones de pesos para la igualdad entre mujeres y hombres, un aumento del 34.85 por ciento en relación al año 2010.
Prácticamente son los únicos recursos que sustentan una tibia política pública dirigida a las mujeres, producto de años de constancia y trabajo de sus organizaciones; en algunos casos avaladas por compromisos internacionales.
La discusión y posterior aprobación del presupuesto en el Congreso de la Unión, incluyendo la Comisión de Equidad y Género, no ha permitido hasta ahora abordar de manera más crítica y con búsquedas que permitan romper la política de corte neoliberal que está nítidamente plasmada en este documento y a la que el país se ha sometido por 30 años.
Aspectos tan relevantes como la limitación de las funciones económicas del Estado que impulsen el desarrollo económico; el paradigma de un gasto supeditado al déficit fiscal o la negación a discutir seriamente la política social y las graves repercusiones de la recesión económica, en fin los ejemplos sobran.
Sumado a esto están todas las peculiaridades de un Congreso plural que atiende más sus compromisos partidarios que las articulaciones con la sociedad cada vez más polarizada y a la cual representan.
Todo esto ha producido un creciente desinterés, apatía o desesperanza de la ciudadanía; en toda esa mixtura de intereses no están fielmente reflejadas las prioridades de las mujeres.
El último reporte del INEGI sobre el desempleo en el país es contundente, sigue predominando el desempleo femenino; con tasas superiores a la nacional y que en ciudades como Saltillo, Coahuila, alcanzan 8.55 ¿dónde está la recuperación económica para las mujeres?, (ver gráfica).
Se tomaron como referencia esas siete ciudades porque son las capitales de las entidades donde según datos del INEGI (ENOE), en el período de julio-septiembre se registraron las tasas más altas de desempleo (TDA).
¿Qué niveles de desempleo se esperan?. Superiores a los actuales, hay que recordar que la meta de crecimiento de la economía del 3.8 para el próximo año fijada en los criterios de política económica, es menor al de este año.
Por cierto, los recursos de igualdad del 2011 muestran un mini incremento del 2.5 por ciento para la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, en programas de Fomento de la equidad de género y la no discriminación en el mercado laboral, así como la Procuración de la justicia laboral, parafraseando a Carlos Puebla se puede decir que «para la leche que da la vaca, que se la tome el ternero».
Los aumentos de gasto más significativos están en las áreas de: Protección y asistencia consular (SRE); Hacienda (Financiamiento a la vivienda); Fondo Nacional para apoyo a Empresas en Solidaridad (Fonaes); Educación (Programa de educación básica para niños y niñas de familias Jornaleras Agrícolas Migrantes).
Es de destacarse el incremento de los recursos destinados a Medio Ambiente y Recursos Naturales que cuenta con un Programa de Empleo Temporal y los correspondientes a Información Estadística y Geográfica, destinados a la Producción y difusión de información de estadística y geográfica de interés nacional, es de suponerse que con perspectiva de género.
Por su parte las prioridades cuantitativas, las que absorben los mayores recursos son: Salud (Atención de la salud reproductiva y la igualdad de género en salud y servicios de guardería).
Desarrollo social en las áreas de: estancias infantiles para apoyar las mujeres trabajadoras y vivienda rural; Hacienda (Programa de esquema de financiamiento y subsidio federal a la vivienda y fortalecimiento a la transversalidad de la perspectiva de género); Economía, en las líneas del Fonaes y el Fondo de microfinanciamiento para mujeres rurales.
Las reducciones de gasto y por tanto de prioridades o alcances están en: Comisión Nacional de Derechos Humanos, Reforma Agraria y Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación.
Comparando este conjunto de programas orientados a la igualdad entre hombres y mujeres con la propuesta original o con los de este año se puede afirmar que hay un avance importante, no sólo en el aumento de los recursos, sino que lo más importante en su orientación.
Lo que no significa que los recursos logrados sean suficientes, lastima el desinterés que hay en las políticas públicas focalizadas en las mujeres.
Por ejemplo, en la cobertura que hicieron los medios del proceso de aprobación del paquete económico y muy concretamente del presupuesto para 2011 las grandes ausentes fueron las mujeres, prácticamente no se hizo ninguna mención a este conjunto de programas.
Las constantes argumentaciones sobre la importancia de esta población en el terreno económico, político o social siguen enfrentando oídos sordos, ¡hay que hablar más fuerte!, incluir en la agenda a las mujeres y el feminismo no significa que se le den migajas.
* Economista especializada en temas de género
10/CPM/LR/LGL
