Formular y colocar en las agendas nacionales e internacionales propuestas alternativas que contribuyan a superar la pobreza que enfrentan las mujeres, quienes representan el 60 por ciento de los mil millones de pobres que hay el mundo es, entre otros, el objetivo central del II Encuentro de Mujeres Rurales de América Latina y el Caribe, mismo que se llevará a cabo en nuestro país del 25 al 30 de septiembre.
Beatriz Collazo, representante de la Red de Mujeres Rurales de Uruguay, informó que durante los cinco días de trabajo se busca afianzar liderazgos con miras a la construcción de políticas sociales en favor de la población femenina para hacer que sus voces sean escuchadas por sus respectivos gobiernos; «llegar a este encuentro es un gran avance porque desde siempre hemos sido invisibles», señaló.
Dijo que el evento -que se llevará a cabo en la Trinidad, Tlaxcala, y que por primera vez reunirá en nuestro país a 250 mujeres lideresas de organizaciones rurales de 22 países de la región- es una oportunidad para fortalecer el poder y autonomía de las mujeres dentro de las organizaciones y los movimientos sociales.
«Es además un momento crucial no sólo para avanzar hacia la igualdad y equidad de la población femenina, sino para alzar la voz y exigir un ya basta a tantas injusticias y violaciones sistemáticas a los derechos humanos de las mujeres rurales», abundó Collazo, quien reconoció que las mujeres buscan fortalecer no sólo sus liderazgos para la construcción de políticas sociales en su favor, sino también su poder y autonomía.
En conferencia de prensa organizada por la Red de Mujeres Rurales de América Latina y el Caribe, las mexicanas Margarita Cisneros Tzoni, de la Unión Campesina Democrática, y Zoila José Juan, del Centro para los Derechos Humanos de la Mujer Naaxwiin, destacaron a pregunta expresa que el futuro de las naciones está en el campo y, de manera particular, en las mujeres rurales.
«Las mujeres prácticamente somos invisibles y esta condición debe cambiar», anotó Cisneros Tzoni, en tanto que José Juán recordó que, como mujeres campesinas no sólo conocen sino viven en carne propia lo que es la discriminación. «Por eso es importante este tipo de encuentros, para hacer una demanda ante nuestro gobierno y que sepan dónde estamos y qué queremos, porque ya no queremos vivir en el olvido».
El evento abordará temas como la coyuntura económica y política en el campo; la autoestima y la autonomía y el impacto de los tratados internacionales en el agro. Estos, a decir de las convocantes, han sido más negativos que positivos; no sólo han aumentado la migración, sino que han propiciado la importación de productos debido a los bajos subsidios que los gobiernos dan al campo, y podrían tener mayor efecto con programas como el Puebla- Panamá.
Hace10 años se llevó a cabo en Brasil el I Encuentro de Mujeres Rurales, quienes ayer, como hoy, buscan formular e impulsar políticas sociales para aliviar sus carencias.
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