Hoy en la sede de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), la escritora y periodista Elena Poniatowska, en ceremonia solemne, recibió la Medalla al Mérito Ciudadano 2004, por su destacada labor en defensa de las mujeres así como por su extensa obra literaria.
Entrevistada, luego de recibir el reconocimiento, Poniatowska, dijo que es un honor enorme recibir esta medalla, pues significa «un aliciente no sólo para mí sino para muchas otras mujeres de nuestro México».
Sin embargo, la ganadora del Premio Mazatlán de Literatura por su novela Hasta no Verte Jesús Mío, señaló que hay poco impulso de políticas públicas para garantizar la equidad en el acceso a oportunidades, como la educación, pues persiste un alto índice de niñas y mujeres que no asisten a la escuela.
Poniatowska, nacida en 1933 según la Antología de Jóvenes Cuentistas Mexicanos de Emmanuel Carballo, refirió que desafortunadamente en las familias mexicanas se da preferencia a la educación de los niños, porque se considera que las niñas se casarán y por lo tanto no lo requieren.
Este el segundo año consecutivo en que la Medalla al Mérito Ciudadano, es otorgada a una mujer. Hace un año, la presea fue entregada a Julieta Fierro, directora de Divulgación de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La autora de Lilus Kikus (1955) escribió en 1968 un reportaje sobre la tragedia de Tlatelolco que Novedades no quiso publicar –negándose también a la publicación de su entrevista con Oriana Fallaci herida durante el incidente. El reportaje se convertiría más tarde en una obra toral de la historia de México: La Noche de Tlatelolco (Era, 1971).
Elegido presidente Luis Echeverría, secretario de Gobernación durante 1968, concedió el premio literario Xavier Villaurrutia a Elena Poniatowska en 1971 por La noche de Tlatelolco, pero lo rechazó. En 1979 Poniatowska recibió el Premio Nacional de Periodismo.
Poniatowska es una escritora de aquello sobre lo que nadie escribe, da voz a las mujeres humildes, como en el cuento Las lavanderas o con el personaje de Jesusa -escrito a partir de las entrevistas a Jesusa Palancares, humilde mujer que participó en la Revolución Mexicana.
Cronista del terremoto del 85 y del conflicto de Chiapas, sigue compaginando su labor periodística con la literaria. En 1992 publicó una novela que le llevó diez años escribir, Tinísima, e inmediatamente se puso a trabajar en Luz y luna, a la que le siguió T. Tauri.
Asimismo, en Hasta no Verte Jesús Mío, es la voz de la pasión de grandes mujeres como la de la pintora Angelina (Quiela) Beloff en la correspondencia que inventa entre ésta y Diego Rivera o la de Tina Modotti en Tinísima.
Desde hace más de 20 años dedica los jueves a dar clases en un taller literario en la casa de Alicia Trueba. Habla a diario con su madre y con Juan Antonio Ascencio, el erudito del idioma que resuelve todas sus dudas. Vive en Chimalistac con sus dos hijos menores, los gatos Silvana y Gazpacho, la perra Loba y una fila interminable de visitas.
Poniatowska, doctora Honoris causa por la Universidad de Sinaloa, por la de Toluca, por la de Columbia ( Nueva York) y por la de la Florida, en Miami, concluyó que las mujeres deben seguir luchado por la defensa de sus derechos y exigir que se generen políticas públicas que reduzcan la brecha abismal que impera actualmente en nuestro país.
2004/RGL/BJ/SM
