Trabajadoras sexuales independientes, pertenecientes en su mayoría a la delegación Cuahutémoc, denunciaron hoy la violencia y represión que padecen por parte de autoridades y policías del Distrito Federal.
Tras máscaras y lentes oscuros denunciaron el encarcelamiento y violencia injusta que padecen durante los operativos realizados contra ellas, como el realizado ayer, durante el cual fueron detenidas más de 30 trabajadoras sexuales en las zonas de Buena Vista, San Antonio Abad, Revolución, Chabacano e Insurgentes, principalmente.
En conferencia de prensa a las afueras del Cuarto Juzgado Cívico de la delegación Cuahutémoc, integrantes de la Organización de Trabajadoras Sexuales Independientes refirieron como principales culpables de esta violencia al dirigente de la policía delegacional Mario Camacho y los comandantes José Loera y Fermín Estévez.
SIN OPCIONES DE VIDA
«No tenemos opción de vida con el panorama actual de desempleo que afrontamos las mujeres, no tenemos alternativa alguna, por eso nos dedicamos a esto», sentenció «Jessica», quien, con cinco meses de embarazo, denunció : «Estuve más de 13 horas detenida, y me golpearon a pesar de mi estado; mi compañera se metió a defenderme, si no hubiera sido peor pues mi bebé viene un poco mal».
Mencionaron también que cuando presentan sus quejas son motivo de burla, y la licenciada Nora Nely González, jefa de asesores de la delegada Virginia Jaramillo, hace caso omiso de sus denuncias.
El operativo fue realizado la noche de ayer y la madrugada de hoy por las patrullas 58040, 58030 y 58023. En el operativo se detuvo incluso a mujeres embarazadas con lujo de violencia, indicó Margarita García, feminista independiente y Asesora Legal de la Organización.
TEMEN POR INCREMENTO DE VIOLENCIA
Son cerca de 250 mujeres las que integran la Organización de Trabajadoras Sexuales Independientes, todas madres y algunas jefas de familia; sus edades oscilan desde los 13 años hasta mujeres de la tercer edad.
Apuntaron que temen por el próximo uso de esposas que se pretenden implementar en la ciudad a partir de marzo, pues consideraron que las principales afectadas serán las mujeres.
Las integrantes señalan que estos operativos y medidas de seguridad no tienen razón de ser pues gracias a que están organizadas han logrado establecer acuerdos con vecinos en los cuales establecen horarios y tipos de vestimenta en las zonas donde trabajan.
De igual forma aseguraron que promueven un trabajo digno y honesto, pues a diferencia de las zonas de La Merced y Sullivan (donde abundan proxenetas) esta organización no es encabezada por alguien en particular, ni tienen representante, más que voceras, y todas se representan a sí mismas.
«Nosotras no tomamos, ni nos drogamos, hablamos con los vecinos, les pedimos permiso para trabajar dignamente y lo único que exigimos es que se respeten nuestros derechos, no pedimos más de lo que es nuestro derecho», apuntó otra de las denunciantes.
Informaron también que el año anterior, en la sala de cabildo de la delegación, firmaron un acuerdo con vecinos para que pudieran laborar sin ningún problema, pero los policías pasan por encima de él.
A las autoridades les molesta que las trabajadoras conozcan sus derechos, y la organización que han logrado con la sociedad, puntualizaron, por lo que arremeten con mayor violencia, golpeando inclusive a las embarazadas.
«No somos prostitutas que agachan la cabeza, somos madres de familia, cargamos con hijos y responsabilidades. El ser trabajadoras sexuales no tiene que ser motivo de discriminación», concluyeron.
04/AVL/GMT
