Mientras organizaciones civiles han denunciado el incumplimiento del gobierno de México a las recomendaciones del Comité para la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) Patricia Espinosa Torres, habló sobre las bondades de este gobierno para erradicar la discriminación contra las mujeres.
Al presentar su sexto informe periódico, la funcionaria que además preside la delegación oficial mexicana que viajó a Nueva York a la 36 reunión de la CEDAW, resaltó que el gobierno ha asumido la obligación de garantizar la igualdad constituyendo un marco legal institucional para erradicar la discriminación y exclusión que afecta principalmente a las mujeres.
Destacó la creación de los Institutos de las Mujeres en las 32 entidades de la República y la Ley, el Consejo Federal y un Programa Nacional para prevenir y eliminar la discriminación así como el Centro de Estudios para el Avance de la Mujer en la Cámara de Diputados.
El Programa Nacional de Igualdad de Oportunidades y No Discriminación en Contra de las Mujeres (PROEQUIDAD), la carta de navegación del INMUJERES, ha alcanzado un 91% de avance sustancial en el cumplimiento de sus metas. Con él se logra, por primera vez, que la Administración Pública Federal (APF) reporte y mida sus acciones en materia de género, dijo.
En el informe sombra, presentado por las ONG se destaca sin embargo, que el gobierno mexicano no ha cumplido con las recomendaciones de la CEDAW.
Pese a ello, Espinosa Torres, argumentó en su informe que a través del Programa de Institucionalización de la Perspectiva de Género se han podido identificar prácticas discriminatorias hacia las mujeres en el servicio público y señala que se han propuesto medidas para su erradicación.
Al final del 2006, veinte instituciones federales- entre ellas 10 Secretarías de Estado – habrán adoptado este programa que utiliza 124 indicadores de género aplicables al reclutamiento, salarios, funciones, jornada laboral, ascenso y capacitación, cuidado de hijos e hijas y hostigamiento sexual, entre otros, puntualizó Espinosa Torres.
Otro punto es el referente a presupuestos, en el cual la funcionaria del gobierno federal puntualizó que el presupuesto con perspectiva de género destinado a programas para la mujer ha recibido en los últimos cuatro años un incremento del 21.09 por ciento al pasar del 2.15% en 2002 a 23.24 por ciento en 2006.
Otros avances reportados por Espinosa Torres es la creación de estadísticas desagregadas por sexo en temas poco abordados como violencia, por ejemplo, así como la realización de tres encuestas sobre el tema.
Insistió en que el gobierno de México reconoce que el mayor desafío es la desigualdad y que se ha trabajado arduamente para eliminarla y garantizar que toda la población tenga acceso a los bienes y servicios necesarios.
Al hablar de cifras, la presidenta del Inmujeres dijo que se ha logrado reducir la tasa de analfabetismo en las mujeres que en 2000 era del 11.3 por ciento y en 2005 representó el 6.8 por ciento para mujeres.
Sobre salud, mientras el informe sombra se pronuncia por que el gobierno garantice el acceso de las mujeres al aborto legal necesario a través de un marco legal a nivel federal así como de políticas públicas tendientes a asegurar la calidad de los servicios, Espinosa Torres sólo se refirió a la creación del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva y los programas de Seguro Popular y Arranque Parejo.
Entre los desafíos del gobierno mexicano Espinosa Torres reconoció que en materia de justicia, hace falta consolidar la armonización del marco normativo, federal y local de acuerdo a los instrumentos internacionales, así como garantizar el acceso y procuración de justicia a las mujeres a través de la sensibilización y reestructuración del sistema.
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