Dos visiones opuestas sobre la gestión del agua se enfrentarán a partir de mañana martes en la Conferencia Ministerial del IV Foro Mundial del Agua. El dilema: reconocer o no el acceso al líquido como un derecho humano.
El debate fue abierto por el ministro del Agua de Bolivia, Abel Mamani, quien advirtió que su país no suscribirá la declaración final si no incluye expresamente el reconocimiento de ese derecho. Su postura tiene ya el respaldo de algunos países como Venezuela y España.
A favor de este reconocimiento se han manifestado también representantes de las delegaciones de varios países en desarrollo, particularmente de África, y Organizaciones No Gubernamentales (ONG) de mujeres.
Del otro lado, el Consejo Mundial del Agua, promotor del encuentro, y organismos como el Banco Mundial, sin pronunciarse expresamente por la privatización, cabildean la exclusión del derecho humano al agua de la declaración final, con el argumento de que este debe ser incluido en las legislaciones nacionales.
En conferencia de prensa, la ministra de Medio Ambiente de España, Cristina Marbona aseguró que los gobiernos deben reconocer el acceso al agua para satisfacer las necesidades humanas, y garantizarlo, pues cada año mueren ocho millones de personas por falta del líquido.
Precisó que si la Declaración Ministerial no incluye ese reconocimiento, habrá declaraciones anexas en las que España y los países que así lo deseen, podrán fijar esa posición y compromiso.
Aclaró que España firmará la declaración, aún si esta es menos ambiciosa de lo planeado, siempre y cuando contenga un acuerdo, pues considera que sería negativo que el encuentro concluyera sin un documento firmado por los 139 países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de México, José Luis Luege Tamargo confió en que se logre un acuerdo con inteligencia y voluntad que deje satisfechos a todos los participantes en el foro.
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