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Reforzar derechos de capitalinas, reto de próxima titular de Inmujeres-DF

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En medio de un conflicto laboral aún irresuelto y justo en el proceso para designar a su nueva titular, el Instituto de las Mujeres del Distrito Federal (Inmujeres-DF) tiene ante sí el reto de reforzar la política pública a favor de la población femenina en la capital del país.
 
Sin directora general desde el pasado 15 de septiembre, luego de la renuncia por “motivos personales” de Beatriz Santamaría Monjaraz, el instituto atraviesa por un proceso que, a decir de feministas y organizaciones de mujeres, representa la oportunidad de fortalecer su papel como mecanismo para guiar la política de igualdad de género del Gobierno del Distrito Federal (GDF).
 
En paralelo, trabajadoras del Inmujeres-DF salieron a las calles de la Ciudad de México el pasado 3 de octubre para poner sobre la mesa sus añejas demandas de basificación laboral, derecho a la sindicalización y el respeto a su función como servidoras públicas.
 
Y es que en meses recientes, el instituto –creado en 2002 como el órgano del GDF responsable de lograr que se garantice la protección y ejercicio pleno de los Derechos Humanos (DH) de las mujeres y las niñas capitalinas– ha recibido múltiples críticas de activistas por los derechos femeninos, respecto a supuestas fallas en la política de género impulsada por el gobierno local.
 
Por ejemplo, en marzo de 2013 –previo a la presentación del Segundo Programa General de Igualdad de Oportunidades y No Discriminación para las Mujeres de la Ciudad de México–, grupos de mujeres –como Católicas por el Derecho a Decidir y Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad– denunciaron una aparente falta de interés del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, para escuchar la agenda y propuestas feministas, pues durante los primeros 100 días de su gestión les negó una audiencia.
 
Por ello declinaron la invitación al evento del GDF por el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo de 2013. En ese acto, Mancera fue interrumpido por una trabajadora de la administración capitalina que exigió el respeto a sus derechos laborales.
 
A lo anterior se sumó la falta de apoyo del Inmujeres-DF a Yakiri Rubio Aupart, víctima de violación sexual que terminó encarcelada por defenderse de su agresor, pues en ningún momento el instituto expresó su postura ante las violaciones a DH y al debido proceso que padeció la joven.
 
El Inmujeres-DF también fue duramente criticado en mayo pasado cuando el GDF puso en marcha una campaña para promover la lactancia materna, que fue calificada por grupos civiles como “discriminatoria y violenta” al culpabilizar a las capitalinas por no amamantar a sus hijas e hijos, y utilizar como imagen publicitaria a mujeres semidesnudas.
 
El instituto se vio obligado a diseñar una segunda campaña de lactancia materna ante los reclamos de feministas que exigieron el retiro de la fallida propuesta.
 
RENOVACIÓN
 
Tras la renuncia de Santamaría, el Inmujeres-DF comenzó un proceso para definir a su nueva titular. 
 
De inmediato, integrantes del Consejo Consultivo Ciudadano, como Gloria Ramírez Hernández, Adriana Luna Parra y Aidé García Hernández, demandaron que una feminista comprometida sea la nueva directora de la dependencia.
 
Al mismo tiempo, activistas pidieron transparencia en el proceso y que se tome en cuenta la opinión de organizaciones de mujeres.
 
Luego de que en dos ocasiones se pospuso una reunión entre las consejeras del Inmujeres-DF y la Junta de Gobierno de la dependencia para definir una terna de la que saldrá la nueva directora –procedimiento estipulado en la ley del instituto–, el pasado 8 de octubre se definió como candidatas a las feministas Rosario Ortiz Magallón, Elsa Conde Rodríguez y Teresa Incháustegui.
 
Ahora se espera que en breve el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, dé a conocer quién de las tres será la nueva directora del Inmujeres capitalino.
 
Rosario Ortiz Magallón es feminista y sindicalista; integrante del Sindicato de Telefonistas y de la Red de Mujeres Sindicalistas. Actualmente es directora general de Empleo, Capacitación y Fomento Cooperativo de la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo del GDF.
 
Fue también diputada federal en la LX Legislatura y desde ahí impulsó el salario mínimo para las empleadas del hogar, y la ratificación del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo, referente al otorgamiento de derechos para estas trabajadoras.
 
La feminista Elsa Conde también fue diputada federal y desde ese cargo impulsó la cuota de género 60/40 para los cargos de elección. Junto con la actual secretaria del Trabajo del GDF, Patricia Mercado, Conde impulsó en su momento la creación de los partidos México Posible y Social Demócrata.
 
Teresa Incháustegui es feminista, académica y política. Como diputada federal fue presidenta de la Comisión Especial de Feminicidio en la LXI Legislatura; previo a ese cargo fue directora fundadora del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad  de Género de la Cámara de Diputados.
 
DEL DISCURSO A LOS HECHOS
 
En vísperas de tener una nueva directora, el Inmujeres-DF afronta el reto de llevar a la realidad el discurso oficial a favor de las capitalinas.
 
La Ciudad de México presenta contrastes en el ejercicio de los derechos femeninos. Mientras es la única entidad federativa del país que ha despenalizado el aborto hasta las 12 semanas de gestación, de los 23 titulares de la administración pública capitalina sólo cinco son mujeres.
 
Igualmente, la violencia de género, el acoso sexual en la vía pública y los casos de feminicidio son pan de cada día en el DF, según han denunciado activistas.
 
Aunque en septiembre pasado, al brindar su Segundo Informe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera anunció de manera triunfal que en su gobierno desaparecería la contratación de trabajadoras por honorarios y eventuales, y que en enero de 2014 iniciaría su contratación formal, justamente las empleadas del Inmujeres-DF son quienes más han padecido la precariedad laboral y la vulneración de sus derechos.
 
Trabajadoras que brindan asesoría jurídica o psicológica a las capitalinas en las 16 unidades de atención que tiene el instituto en las delegaciones del DF, han denunciado que no tienen horarios justos, carecen de prestaciones y que constantemente deben realizar trabajos que no corresponden a sus funciones, como por ejemplo “barrer calles”.
 
Como logro de sus recientes movilizaciones, el pasado 6 de octubre las trabajadoras consiguieron que el GDF las considere personal de base sindicalizado, y con ello puedan conquistar los derechos laborales que desde el nacimiento de la institución les fueron negados por ser empleadas de confianza.
 
Tras una reunión con el director de Administración de la Oficialía Mayor del GDF, Miguel Ángel Vásquez Reyes, se acordó que a partir del próximo 1 de noviembre la situación laboral de cerca de 200 trabajadoras del instituto “cambia de técnicas operativas de confianza a trabajadoras de base sindicalizadas”.
 
No obstante, las negociaciones continúan para revisar el “tipo de prestaciones, horarios y tabulador” del que gozarán las trabajadoras, además de los pagos que aún se les adeudan.
 
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