A 46 años de la muerte de la pintora Remedios Varo, cuyo verdadero nombre era María de los Remedios Alicia Rodriga Varo y Uranga, el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México le rinde homenaje.
La pintora nació en Gerona, España, el 16 de diciembre de 1908. Viajó a París en 1931 con Gerardo Lizárraga, su primer marido. Al año siguiente se estableció en Barcelona, donde se dedicó al dibujo publicitario. Al estallar la Guerra Civil española, en 1936, ella se declaró abiertamente republicana y se exilió en París hasta la invasión nazi. Ahí se casó con Benjamín Péret.
En 1941 llegó a la Ciudad de México, como muchos otros españoles favorecidos por Lázaro Cárdenas, quien nos sólo les dio asilo, sino que impulsó su integración a nuestra cultura, la cual enriquecieron. Durante los primeros años de su estancia en nuestro país, Remedios Varo se dedicó nuevamente al dibujo publicitario para la farmacéutica Bayer, así como al dibujo de insectos con fines científicos.
Once años más tarde conoció a Walter Gruen, austriaco exiliado en México a causa del nazismo, quien fue el último compañero de vida de la pintora y se convirtió en su principal promotor. Fue en 1955, tres años después, cuando fue invitada por Rosita Bal y Gay, por primera vez, a una exposición colectiva en la que participó con cuatro cuadros. La crítica fue elogiosa. Su fama se extendió rápidamente en México y el mundo
La artista murió en la Ciudad de México, a los 51 años, el 8 de octubre de 1963, a causa de un infarto. Estaba en la plenitud de su creatividad.
MUJERES SURREALISTAS
Una era inglesa, la otra española. Ambas pertenecían a la misma corriente plástica: el surrealismo. Pero cada una constituía un universo aparte. Ambas llegaron a México huyendo de la ocupación nazi. Rápidamente se sintieron como en casa y se naturalizaron mexicanas, enriqueciendo con ello nuestro universo cultural y artístico. La historia de la pintura mexicana no sería la misma sin la contribución de estas dos mujeres
También compartieron la escritura. Carrington escribió cuento, novela, teatro y ensayo. Varo también lo hizo, aunque no tan profusamente. Sin embargo, se inspiró en la literatura para pintar algunas de las obras que la inmortalizaron, y la convirtieron en uno de los iconos de la plástica nacional.
Debe recordarse, también, que la obra tanto Leonora como Remedios es objeto preciado de coleccionistas internacionales e instituciones museísticas del más alto prestigio.
Algún día debería hacerse una exposición conjunta donde sea posible admirar los universos literarios de estas dos artistas excepcionales. Hoy, sólo es posible rememorarlas como las entrañables amigas y colegas que fueron.
LAS LETRAS DE REMEDIOS
Hoy, a 46 años de su muerte y 101 años de su nacimiento, el Museo de Arte Moderno le ha dedicado la muestra Remedios Varo y la literatura, organizada por el poeta y crítico Roberto Blanco, quien realizó una investigación en los archivos de la pintora. La exposición consta de 34 cuadros más documentos, libros, cartas y cuadernos de notas. Es una invitación para ver y leer.
Después de leer una obra literaria, Remedios hacía «bocetos» escritos de sus futuros cuadros; pero no se trataba de literatura ilustrada, sino de un diálogo entre dos disciplinas artísticas. Ella se declaraba seguidora de Arnim, Charles Baudelaire, André Breton, Arthur Charles Clarke, Paul Eluard, Víctor Hugo, Lautréamont, Mallarmé, Nerval, Péret y Julio Verne. También se sentía atraída por las ciencias ocultas: el tarot, la astrología, la alquimia. Leía con entusiasmo a Dion Fortune, ocultista y escritora británica.
Los sueños, el inconsciente y el psicoanálisis también eran de su interés; en la muestra, ordenada por etapas de acuerdo con las lecturas que influyeron en su obra, se incluye su cuadro Mujer saliendo del psicoanálisis.
La exposición permanecerá abierta hasta abril de 2010. Una colección imprescindible para quienes aman la pintura y la literatura.
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