La importancia de la interculturalidad en la construcción de una cultura de paz que inserte lo local en un mundo cada vez más globalizado, fue el tema principal abordado por la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú Tum, en la conferencia que dictó ayer en esta ciudad.
«Si fuéramos sólo una raza, ¡Dios mío!, estaríamos atentando contra la diversidad natural del planeta», expresó la guatemalteca en la conferencia «El papel de la mujer rural en la construcción de una cultura de paz», convocada por el Instituto Colimense de las Mujeres y la Secretaría de Cultura del gobierno del estado.
En el Paraninfo de la Universidad de Colima, expuso: «es en vano que estemos pensando ‘ésta es mi raza’, ‘ésta es la raza del otro’, sino que más bien mi cultura es un conjunto de valores, por lo que debemos respetar los valores del otro y los nuestros deben ser respetados en una relación intercultural».
En una apretada agenda que, además de la conferencia, incluyó la presentación del libro «Hacia una cultura de paz» y un breve encuentro con campesinas, Menchú Tum criticó el intento de algunos países de presentar la violencia como el único método válido para poner fin a los conflictos mundiales.
«Yo pienso que el entorno internacional está en su parte más crítica, pues se ha dejado que Estados Unidos manipule todos los órganos mundiales, incluyendo el Consejo de Seguridad, queriendo minar la fuerza de las Naciones Unidas», expuso la premiada en 1992 por la Fundación Nobel.
«Afortunadamente –agregó–, en el último mes hay algunos intentos de la comunidad internacional de cambiar opiniones. En Europa hay algunos jefes de estado que están empezando a encabezar iniciativas que digan no a la guerra, producida porque algunos pueblos están asentados en yacimientos de petróleo».
Y por supuesto, continuó, «está la esperanza que nos abre la presencia de Lula en Brasil, que es un mensaje contundente frente a las políticas internacionales que tratan de imponer destinos económicos a los pueblos».
Durante los últimos diez años, Rigoberta Menchú se ha dedicado, desde su Fundación y a nivel personal, a trabajar por el desarrollo de una cultura de paz que tenga en cuenta las iniciativas de los pueblos indígenas, de las mujeres y de todos aquellos grupos marginados y discriminados por las estructuras de un poder.
«Hoy más que nunca hay más denuncias, hay más gente solidaria con los pueblos indígenas, hay más discusión, y aunque ésta no siempre lleve a un resultado concreto, crea una opinión pública», comentó.
Éste es uno de los temas que se desarrollará en la Cumbre de Mujeres Indígenas que tendrá lugar en Oaxaca del 30 de noviembre al 4 de diciembre, que reunirá a más de 300 mujeres indígenas líderes, dijo Menchú Tum, doctora honoris causa por más de veinte universidades de América, Europa y Asia.
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