La información entregada el pasado mayo por Vicente Fox en la Sesión Especial a favor de la Infancia de la Asamblea General de la ONU, está muy lejos de haber cumplido con los compromisos realizados hace una década, aseguraron representantes de grupos defensores de la niñez mexicana.
Al dar a conocer un balance sobre la sesión especial que evaluó desde la sede en Nueva York de la ONU el cumplimiento del Plan de Acción establecido en 1990 durante la Cumbre Mundial sobre la Infancia, los voceros de las ONG revelaron que tres millones 500 mil menores trabajan en México, principalmente en las áreas rurales.
Asimismo, 16 mil menores en el país son vulnerables a la explotación sexual comercial.
Cabe señalar que el documento aprobado en la Sesión Especial «Un mundo apropiado para los niños» concentra la declaración y plan de acción para orientar las políticas públicas sobre la niñez en el mundo para lo que resta de esta década.
En conferencia de prensa, la Red por los Derechos de la Infancia en México, Nuestros Niños, Democracia y Sexualidad (Demysex), entre otras organizaciones, señalaron que el documento evidencia las visiones encontradas sobre el futuro de la niñez.
Sin embargo, en temas centrales, destacó la visión conservadora impuesta por el gobierno de los Estados Unidos que contó con el respaldo de la Unión Europea.
A lo largo del proceso para consensuar el plan de acción, predominó el discurso amenazante y nacionalista de Estados Unidos, ligado a la derecha cristiana y a sus intereses económicos, señalaron las ONG. Esto imposibilitó el logro de nuevas formas para respetar los derechos de la niñez, particularmente en lo que a salud sexual se refiere.
En tanto que Gerardo Sauri de la Red por los Derechos de la Infancia en México, señaló que el gobierno nacional tiene que presentar antes de 12 meses un Plan Nacional de Acción para dar cumplimiento a los acuerdos de la Sesión Especial.
Criticó al gobierno actual porque a pesar de la llegada en el 2000 de un partido distinto al poder en México, los problemas de la niñez se atienden en estructuras obsoletas que durante décadas demostraron su ineficiencia.
Hasta el momento, abundó Sauri, no hay señales de la creación de un sistema de tal naturaleza: «Incluso en abril de 2001, el gobierno foxista estableció el Consejo Nacional para la Infancia y la Adolescencia (COIA), pero no se le ha dotado de la autoridad jurídica necesaria para cumplir su tarea, ni de presupuesto apropiado para proteger los derechos de la infancia».
En tanto, José Aguilar, integrante de Demysex, explicó la importancia de que el documento final mantuviera los términos acordados para apuntalar los compromisos del gobierno de México especialmente, aquellos que versan sobre el respeto a la salud sexual y decisiones de los jóvenes.
«Sobre todo que ahora voces conservadoras se oponen a ello,» señaló.
Finalmente, para los representantes de las organizaciones, el cumplimiento de los acuerdos se requiere de la participación de la sociedad civil y de niñas, niños y adolescentes en el diseño, ejecución y evaluación del Plan Nacional de Acción.
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