El hallazgo del cadáver de una jovencita de 16 años por Bomberos Municipales hace llegar a 222 la cifra de mujeres asesinadas en el país centromericano azotado por una imparable ola de violencia. Ante tal panorama, el presidente guatemalteco Óscar Berger convocó hoy de urgencia a su gabinete de Seguridad para discutir iniciativas que frenen la ola de criminalidad en Guatemala, donde en la última semana fueron asesinadas más de 30 personas.
La reunión obedece a la preocupación manifiesta de la ciudadanía, la cual asegura que la delincuencia «tiene de rodillas a los guatemaltecos», básicamente por el crimen organizado y las pandillas juveniles, conocidas como maras.
Esta semana los asesinatos de mujeres, adolescentes y jóvenes ocuparon las principales portadas y titulares de los diarios guatemaltecos, y según confirmaciones a Prensa Latina de parte del vocero de la Policía Nacional Civil (PNC), Faustino Sánchez, de enero de 2004, hasta el pasado lunes murieron asesinados más de 600 guatemaltecos.
Un comentarista radial se mostró alarmado, al indicar «lo normal es que se registre un promedio de ocho asesinatos por día, pero no en seis horas», mientras que radioescuchas compararon la situación de inseguridad con «una guerra sucia».
Al respecto, Berger anunció que su atención se centrará en la PNC, por un lado, para que tenga más presencia en las zonas de mayor criminalidad, y, por otro, para realizar una severa depuración de sus efectivos, luego que varios de ellos han sido capturados por cometer asesinatos y asaltos.
Hace varias semanas, un subcomisario de la policía nacional fue arrestado al comprobarse que comandaba una banda de secuestradores y ladrones de autos, mientras el pasado miércoles se capturó a seis uniformados, de ellos un oficial del Servicio de Investigaciones Criminológicas (SIC), cuando se repartían el botín de un atraco a una residencia.
Un informe reciente de la Misión de Verificación de la ONU para Guatemala (MINUGUA), señaló a la policía nacional y al ministerio Público (MP), como factores que inciden en el repunte de la violencia y criminalidad en el país por no cumplir eficazmente su papel.
Por otra parte, Soto adelantó que Guatemala recabó el apoyo de México para emprender un proceso de pesquisas para que se investigue a los agentes de la Oficina de Responsabilidad Profesional (ORP), de dicha institución, encargados de dar curso a las denuncias que se reciben en contra de sus compañeros.
APOYO DE ONG MEXICANA
De acuerdo a Yolanda Aguilar, consultora de género, los discursos presidenciales no harán que termine el feminicidio, pues se necesitan medidas concretas y que la CNS trabaje en las investigaciones y captura de los responsables.
Aguilar hizo referencia al tema, en el contexto de la llegada a Guatemala de la Esther Chávez, representante de la ONG Casa Amiga, organización participante en las investigaciones sobre el feminicidio en Ciudad Juárez, Chihuahua.
En opinión de la feminista guatemalteca, es importante la experiencia que trasladará Chávez y que su presencia constituya una medida de presión para que el Estado considere la solución de esa problemática, con carácter de urgencia nacional.
La Secretaría Presidencial de la Mujer (SEPREM), llamó a un pacto nacional de seguridad contra de la violencia hacia las mujeres, además de tener en cuenta la sugerencia de unificar a las organizaciones feministas y trabajar en proyectos encaminados a combatir el flagelo.
De acuerdo con el estudio Presencia de la Mujer en los medios de Comunicación, realizado por la agencia noticiosa local CERIGUA, hasta junio de 2003 se habían registrado en el país 93 asesinatos de guatemaltecas, mientras que en igual fecha de este año la violencia se incrementó a más del doble, con al menos 215 crímenes.
Pese a que medios noticiosos mexicanos e internacionales consideraron alarmante los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez (aproximadamente 400 en los últimos 10 años), la situación de Guatemala es mucho más preocupante, dado que de 2001 a la fecha se verificaron más de mil 260.
2004/BJ/GV/SM
